
El Partido Liberal de Mark Carney ganó las elecciones legislativas celebradas el lunes en Canadá. Aunque no logró la mayoría absoluta (logró 168 escaños, cinco menos de los necesarios para gobernar en solitario), la victoria sabe a venganza de los liberales contra la injerencia de Donald Trump en campaña hasta el mismo día de las votaciones, en las que volvió a sugerir a los canadienses que votaran por el candidato conservador, Pierre Poilievre, el mismo que hasta hace apenas tres meses todavía se declaraba admirador del republicano, hasta que llegaron los aranceles.
De hecho, el presidente de EU es el culpable de que Poilievre haya pasado de ser en enero el claro favorito a ganar las elecciones, con hasta 21 puntos de ventaja, a perderlas ahora, debido al “abrazo del oso” de Trump hacia quien consideró su candidato para convertir a Canadá en un estado servil y conservador e incluso que le abriese al camino a la anexión.
Cuanto más insultó Trump a los liberales y amenazó a los canadienses con aranceles, más simpatizantes ganó Carney, el expresidente del Banco de Canadá, visto como la opción más seria para enfrentar los próximos años el desafío que llega de Washington.
“Trump nunca nos doblegará”
Carney apeló a la unidad nacional asegurando que gobernará “con todos los partidos y todos los territorios”, en un discurso de la victoria centrado, como no podía ser de otra manera, en la amenaza de Trump a la propia existencia del país.
“Trump nunca nos doblegará; quiere rompernos, pero eso no sucederá nunca jamás”, proclamó entre aplausos de sus simpatizantes que lo esperaron durante horas para celebrar las elecciones. “Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua, nuestro país, y no son amenazas gratuitas. El presidente Trump quiere quebrarnos para poseernos. Y eso no pasará, nunca jamás pasará”, reiteró.
“Estamos ante una nueva realidad, hemos superado el shock de la traición estadounidense. Pero nunca deberíamos olvidar la lección: debemos cuidarnos a nosotros mismos, y sobre todo, cuidarnos los unos a los otros”, añadió.
“Tenemos otras opciones además de EU”
En este sentido, anunció que se sentará a negociar con el presidente Trump como lo hacen “dos naciones soberanas”, pero añadió que Canadá “tiene muchas, muchas otras opciones que EU para lograr la prosperidad”.
Uno de sus mensajes más importantes fue a los votantes de Quebec, cuyo apoyo en detrimento del soberanista Bloque Quebequés (BQ) ha sido decisivo para garantizar la victoria del Partido Liberal.
“Durante esta campaña, los quebequeses me abrieron sus puertas y me dieron su confianza. Y estoy profundamente conmovido y por eso quiero daros las gracias”, explicó en francés.
Carney proclamó que “la lengua francesa y la cultura quebequesa definen a este país, y yo voy a defenderla sin descanso”, dijo, y prometió que trabajará por construir un país próspero junto a sus diputados quebequeses.
Prometió que gobernará “para todos los canadienses” porque “es hora de poner fin a las divisiones y los rencores del pasado”.
Silencio de Trump
La mayoría de los aliados canadienses felicitaron esta mañana a Carney por su victoria, empezando por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lo que hizo aún más notorio el silencio de Trump.