Un mural reivindicativo pintado por la premiada cantautora chilena Mon Laferte en el icónico Estadio Nacional, en Santiago de Chile, inauguró este martes los actos conmemorativos por el 50º aniversario del golpe militar.
Cárceles, guitarras, volcanes, detenidos o copihues son algunos de los elementos de esta gran pintura que Laferte (1983) ideó junto al reconocido muralista chileno Mono González (1947).
"En un lugar que fue tan siniestro y que fue el campo de concentración más importante de la dictadura, ahora hay vida y colores", dijo González durante la inauguración.
Para el muralista, la pintura -que se ubica en una de las entradas principales del estadio- reivindica "la cultura de la vida" y "congenia" tanto su estilo como el de Laferte.
"Lo que más me interesaba era compaginar el trabajo de una generación vieja, yo tengo 76 años, con la de una joven que no vivió el golpe", reconoció.
Laferte, que dio declaraciones en un acto posterior a la presentación del mural, reconoció "ser mala para hablar" y dijo que "escribe canciones y pinta para no explicar con palabras habladas"
"Lo que más me emocionó es ver a José (un exprisionero), que vino con sus nietos, y ¡estaba feliz. Qué increíble que después de tanto dolor tenga un momento de felicidad en el Estadio Nacional. Eso es lo que hace el arte, tiene esa magia y ese poder", añadió en una rueda de prensa durante la presentación del Festival Internacional Teatro a Mil.
Ubicado en el residencial barrio de Nuñoa y declarado Monumento Histórico en 2003, el Estadio Nacional fue el centro de detención más grande durante el golpe que derrocó al entonces presidente socialista Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973.
Se calcula que por él pasaron cerca de 50,000 prisioneros entre septiembre y noviembre de 1973, cuando el estadio se cerró como centro de detención para que la selección pudiera jugar las eliminatorias del Mundial el 1974.
El estadio, que también funciona como centro de votación, ocupa un lugar privilegiado en el imaginario chileno pues fue también donde el expresidente Patricio Aylwin dio su famoso discurso al asumir el cargo en 1990, prometiendo "verdad" y "reparación" frente al dictador Augusto Pinochet.
"Este mural constituye el primer hito de los 50 años del fatídico golpe (...) y es el resultado de un proceso colectivo construido desde la memoria de quienes lograron sobrevivir a las atrocidades de la dictadura", indicó Marcelo Acevedo, coordinador de la Red de Sitios de Memoria, que aglutina a los principales centros de tortura de la dictadura.
Acevedo pidió además "reflexionar "sobre lo poco que se ha avanzado en protección y promoción de derechos humanos y memoria histórica" y "desarmar los pactos de silencio y que la verdad y la justicia aflore".
Chile llega a la conmemoración del golpe militar con Gabriel Boric encabezando el Gobierno más izquierdista desde Allende, que prepara una serie de actos conmemorativos hasta septiembre.
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