La Cancillería de Bolivia informó este domingo que envió cartas a tres organismos internacionales para denunciar que la marcha del expresidente Evo Morales y sus seguidores —para exigir que se le reconozca como candidato presidencial en las elecciones de 2025, y que tiene previsto tomar La Paz este lunes— es un intento de derrocarlo.
"Hemos expuesto ante la comunidad internacional los actos de desestabilización contra nuestro Gobierno", dice un comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Las cartas fueron enviadas al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres; al alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, y a la secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Tania Reneaum Panszi.
La marcha de los sectores que siguen a Morales partió el martes pasado de la localidad de Caracollo, en la región andina de Oruro, se encuentra a tan solo 35 kilómetros de La Paz, sede del Gobierno boliviano.
El Gobierno de Arce considera que la marcha promovida por Morales tiene la intención de promover un "golpe de Estado" y que asuma la Presidencia del país el titular del Senado, Andrónico Rodríguez, que es afín al exgobernante, para habilitar así su candidatura.
“Cárcel o matarme”
El propio Morales aseguró en una entrevista con EFE que el Gobierno de quien fuera su antiguo aliado tiene "cuatro planes en su contra", entre estos "matarlo", antes de permitirle ser candidato presidencial.
"Si al Evo no lo meten a la cárcel, lo inhabilitan con procesos, por narcotráfico, si no matarme", aseguró el exmandatario al terminar una jornada de 25 kilómetros de marcha por carretera.
De hecho, denunció que la última opción es la más probable, tras señalar que “efectivos activos de la Policía me hicieron llegar el martes un chaleco antibalas" porque “el plan del Gobierno es matarlo cuando ingrese liderando la marcha a La Paz”.
El expresidente cree que el Gobierno de su antiguo aliado quiere bloquear su candidatura porque él es "un radical en la lucha contra la corrupción", y que de llegar de nuevo a la presidencia metería a la cárcel a muchos "corruptos" de esta gestión.
Morales dijo que eliminar al MAS también es parte del plan de Arce, porque tiene "una mentalidad racista" y no acepta que un movimiento político esté a cargo de indígenas.
Según Morales, caminar por el altiplano y acercarse a la gente, le "recordó el 2005", el año en que fue electo por primera vez presidente de Bolivia.
De acuerdo a los directivos del MAS afín a Morales, después de concluir la marcha el expresidente realizará una huelga de hambre para que se reconozca su candidatura, a pesar de un fallo del Tribunal Constitucional que lo prohíbe.
También anunciaron que de no ser escuchadas sus demandas se realizará un bloqueo de carreteras en todo el país a partir del 30 de septiembre.
El MAS que está dividido en dos bandos los 'arcistas' y los 'evistas', ha realizado congresos por separado para nombrar juntas directivas distintas, acciones que el Tribunal Electoral no acepta y exige que realicen una reunión conjunta antes de que elijan un candidato presidencial, cosa que no ha sucedido.
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