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Autoridades de Arizona divididas sobre la nueva orden de Biden que restringe el asilo

Algunos la ven como un buen “primer paso” mientras otros la consideran solo una estrategia para “ganar votos conservadores”

crisis migratoria

Migrantes en Nogales, Sonora, uno de los puertos de entrada más transitados entre México y Arizona

Migrantes en Nogales, Sonora, uno de los puertos de entrada más transitados entre México y Arizona

EFE

Las autoridades fronterizas en el sur de Arizona están divididas sobre el impacto de la reciente orden ejecutiva del presidente Joe Biden, que restringe significativamente la entrada y solicitudes de asilo de extranjeros que ingresan a Estados Unidos de manera irregular.

Algunos consideran la medida como un "primer paso" en la dirección correcta, mientras que otros creen que no aliviará la crisis migratoria y critican la decisión de la Casa Blanca por ceder a las presiones republicanas.

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"Es bueno que el presidente Biden haya firmado una orden que busca tener un impacto en la frontera, es algo que yo mismo había pedido por mucho tiempo", declaró el alcalde de Yuma, Douglas J. Nicholls.

Desde 2021, Nicholls ha mantenido una declaración de emergencia debido al alto flujo de migrantes en su sector. Sin embargo, lamenta que el presidente haya esperado hasta los últimos meses de su mandato, coincidiendo con su campaña de reelección, para tomar esta medida.

La orden, la iniciativa migratoria más severa firmada por Biden contra la inmigración irregular, se da a menos de cinco meses de las elecciones presidenciales, donde probablemente se enfrentará al expresidente Donald Trump.

La orden reduce drásticamente el número de personas que pueden solicitar asilo al cruzar la frontera cuando las detenciones superen las 2 mil 500 diarias durante una semana. En mayo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reportó un promedio de 3,800 detenciones diarias.

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Por otro lado, algunos funcionarios opinan que la orden de la Casa Blanca no resolverá el problema migratorio. "Esta orden ejecutiva no va a ayudar en nada. Pobre del presidente Biden, cree que si se pone más duro en el tema migratorio va a ganar votos conservadores en las elecciones de noviembre", expresó David Hathaway, jefe del Departamento del Alguacil del condado de Santa Cruz.

Este condado incluye a Nogales, uno de los puertos de entrada más transitados entre México y Arizona.

Hathaway sostiene que uno de los principales problemas de la crisis es que los solicitantes de asilo no reciben un permiso de trabajo a tiempo, lo que los hace vulnerables. "Eso es en lo que el Gobierno debería estar enfocándose", comentó.

Aseguró que la mayoría de los migrantes que llegan "son gente buena y trabajadora" y no "los criminales" que menciona el expresidente Donald Trump en sus campañas. Hathaway destacó que Nogales tiene uno de los índices más bajos de criminalidad en la frontera y en Estados Unidos, enfatizando que las políticas actuales demuestran un desconocimiento de la realidad fronteriza.

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La frontera a tope

A una semana de la implementación de la orden de Biden, grupos que asisten a migrantes informaron que el flujo migratorio no ha cesado en la frontera de Arizona, y que grandes grupos continúan esperando durante horas para ser procesados por la Patrulla Fronteriza.

Actualmente, el Sector Tucson, que cubre el 90 % de la frontera de Arizona con México e incluye el condado de Santa Cruz, ocupa el primer lugar en detenciones de migrantes, superando a sectores de Texas y California.

Las cifras oficiales de CBP indican que en Yuma se detienen entre 150 y 200 personas diariamente, una cifra menor a las más de mil detenciones diarias registradas anteriormente. Nicholls cree que la orden ejecutiva tendrá algún impacto, aunque no tan grande como muchos desearían, y señala la necesidad de otras medidas y acuerdos internacionales para frenar el flujo migratorio.

"Estas personas dicen estar escapando de la violencia, pero no necesariamente tienen que vivir aquí; otros países también los pueden acoger y estar a salvo", puntualizó el alcalde.