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Biden pide a los republicanos acabar con las armas de asalto y frenar el fentanilo

El presidente pide en su visita al Congreso reformar la Policía y conceder la ciudadanía a los “soñadores. Y avisa: “Si China nos amenaza, actuaremos”>

Estados Unidos: El presidente Joe Biden estrecha la mano del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, después de su discurso sobre el Estado de la Unión ante una sesión conjunta del Congreso en el Capitolio, en Washington, D.C., el martes 7 de febrero de 2023. (AP Foto/J. Scott Applewhite)
El presidente Joe Biden saluda efusivamente al nuevo presidente del Congreso, el republicano Kevin McCarthy El presidente Joe Biden saluda efusivamente al nuevo presidente del Congreso, el republicano Kevin McCarthy (The State of the Union address in Washington DC/EFE)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció la noche de este martes el discurso del estado de la Unión que marca el ecuador de su mandato, y lo hace fortalecido por la mejora económica y porque los republicanos no pudieron arrebatar a los demócratas el Senado en las pasadas elecciones de medio término de noviembre. Sin embargo, llega cuestionado por el escándalo del globo espía chino que atravesó el país la semana pasada y por la resistencia del bloque republicano a ayudar a poner fin a la epidemia de muertos por tiroteos en Estados Unidos y su pasividad ante la brutalidad de la policía.

"Tenemos la obligación de asegurarnos de que toda nuestra gente esté segura y la seguridad pública depende de la confianza pública, pero con demasiada frecuencia se viola esa confianza", apuntó el mandatario en su discurso sobre el Estado de la Unión, al que han asistido víctimas de los sucesos violentos más mediáticos de los últimos meses.

Entre ellos la madre y el padrastro de Tyre Nichols, el joven afroamericano que murió a principios de enero en Memphis (Tennessee) —después de que varios policías le propinaran una paliza, que fue grabada en video— y quienes hoy se encontraban sentados en el palco de la primera dama, Jill Biden.

"No hay palabras para describir la angustia y el dolor de perder a un hijo, pero imagina lo que es perder a un hijo a manos de la ley", apuntó Biden, quien contó lo que habló con la madre del fallecido.

"Imagínese tener que preocuparse si su hijo o hija volverá a casa después de caminar por la calle o jugar en el parque o simplemente conducir su automóvil. Nunca tuve que tener esa conversación con mis hijos Beau, Hunter y Ashley, que tantas familias afroamericanas y latinas han tenido con sus hijos", dijo.

Por ello, añadió, hay que llegar a "un pacto" que permita una "igual protección ante la ley", que proporcione a las fuerzas del orden público "la capacitación que necesitan" y que permita responsabilizar a los oficiales "cuando violen la confianza del público". Porque, añadió, "lo que le sucedió a Tyre en Memphis sucede con demasiada frecuencia".

Entre el público también estaban, por invitación del Caucus Negro, los familiares de George Floyd y Michael Brown, cuyas muertes a manos de la Policía en 2020 y 2014, respectivamente, provocaron masivas protestas en todo el país.

Tras la muerte de Floyd, demócratas y republicanos negociaron durante meses para aprobar una gran reforma de la Policía, pero no lograron llegar a un acuerdo.

El acuerdo es ahora incluso más difícil porque los republicanos controlan la Cámara Baja y la mayor parte de esa bancada no está dispuesta a aprobar ninguna iniciativa que su base pueda percibir como perjudicial para la Policía.

También presenció el discurso Brandon Tsay, a quien Biden calificó como "un héroe de 26 años", un joven que hace dos semanas, durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar, "escuchó cerrarse la puerta principal del estudio y vio a un hombre apuntándole con un arma".

"Pensó que iba a morir, pero luego pensó en las personas que estaban dentro. En ese instante, encontró el coraje para actuar y le quitó la pistola semiautomática a un hombre armado que ya había matado a 11 personas en otro estudio de baile", apuntó.

Él salvó vidas y "es hora de que hagamos lo mismo también", explicó el presidente, quien le pidió al Congreso que prohíba "las armas de asalto de una vez por todas".

"Lo hicimos antes. Dirigí la lucha para prohibirlos en 1994. En los 10 años que la prohibición fue ley, los tiroteos masivos disminuyeron. Después de que los republicanos dejaran que expirara, los tiroteos masivos se triplicaron. Terminemos el trabajo y prohibamos las armas de asalto nuevamente", destacó.

El mandatario demócrata pidió este martes un "gran esfuerzo" para frenar en la frontera con México la producción, venta y tráfico de fentanilo, con más máquinas de detección de la carga.

"Lancemos un gran esfuerzo para detener la producción, la venta y el tráfico de fentanilo, con más máquinas de detección de drogas para inspeccionar la carga y detener las pastillas y el polvo en la frontera", dijo.

Biden propuso trabajar con compañías como Fed Ex para inspeccionar más paquetes en busca de drogas, y fuertes sanciones que permitan acabar con el tráfico de fentanilo, que según sus datos mata a más de 70,000 estadounidenses al año.

En el palco de la primera dama estaba Doug Griffin, que perdió en 2014 a su hija de 20 años, Courtney, por una sobredosis de fentanilo y que ha transformado su luto en activismo con actividades para ayudar a otras familias afectadas por la adicción a este tipo de opiáceos.

Biden ha estado bajo enorme presión para frenar la llegada de fentanilo a Estados Unidos desde México y China; y en los últimos meses se ha reunido con los mandatarios de esos países, Andrés Manuel López Obrador y Xi Jinping, respectivamente, para intentar abordar ese problema.

Biden también pidió a los congresistas otra larga demanda ciudadana, a la que el bando republicano se opone machaconamente: la de conceder la ciudadanía a los más de 600 mil jóvenes que llegaron de bebés o siendo niños con sus familias a EU.

"Los problemas de Estados Unidos en la frontera no se solucionarán hasta que el Congreso actúe", dijo ante las dos cámaras parlamentarias en su discurso sobre el Estado de la Unión, el segundo desde que asumió la presidencia en enero de 2021.

Biden solicitó a los legisladores "al menos" aprobar su plan para proporcionar equipo y agentes para proteger la frontera. Y un camino hacia la ciudadanía para los 'soñadores' y para aquellos con un estatus temporal, los agricultores y trabajadores esenciales".

"Es nuestro deber proteger los derechos y libertades de la gente", señaló recordando que actualmente hay una cifra "récord" de personal y que en los últimos meses se ha arrestado a 8,000 traficantes de personas.

Durante el discurso del mandatario flotaba en el ambiente una de las pocas cuestiones en las que demócratas y republicanos coinciden: la provocación china con su globo espía, que tuvo como consecuencia la cancelación del viaje que iba a realizar a Pekín el secretario de Estado, Antony Blinken, precisamente para intentar reconducir las deterioradas relaciones entre las dos superpotencias desde la época en que mandaba Donald Trump.

"Estoy comprometido a trabajar con China en lo que pueda suponer un avance para los intereses estadounidenses y beneficie al mundo. Pero no se equivoquen: como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger nuestro país. Y así lo hicimos", dijo en su discurso del estado de la Unión.

Biden aseguró que en su reunión con el presidente de China, Xi Jinping, celebrada en Bali el pasado mes de noviembre en paralelo a la cumbre del G20, le dijo que lo que debían buscar entre ellos es "competencia, no conflicto".

Y dijo que no piensa pedir perdón por apostar por esa competencia e "invertir para hacer Estados Unidos fuerte" y apostar por la innovación, por industrias que definirán el futuro y que China trata de dominar.

Defendió además seguir invirtiendo, junto a sus aliados, para proteger las tecnologías avanzadas e impedir que se utilicen contra EU, y modernizar las fuerzas armadas para salvagardar la estabilidad y evitar las agresiones.

Biden consideró que Estados Unidos tiene en este momento "la posición más fuerte en décadas para competir con China o con cualquier otro en el mundo".

Y aunque reiteró su disposición a trabajar con China, insistió en que no permitirá que vulnere la soberanía estadounidense.

Además, recalcó que en los últimos dos años —en los que el mundo ha pasado la pandemia de la covid-19— las democracias se han vuelto más fuertes, y no más débiles, mientras las autocracias "se han vuelto más débiles, y no más fuertes".

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