Lejos de amainar la crisis, la situación en Perú parece fuera de control, con disturbios en los alrededores del Congreso de Lima y en los feudos del presidente destituido Pedro Castillo, quien permanece detenido y será juzgado por rebelión y conspiración, según anunció la mañana de este lunes la fiscal de la nación.
Dos manifestantes murieron este domingo en la ciudad de Andahuaylas, en la región surandina de Apurimac, cuando participaban en una protesta por el adelanto inmediato de elecciones y la renuncia de la nueva presidenta, Dina Boluarte, quien propuso la celebración de elecciones en abril de 2024, lo que no ha convencido a los seguidores de Castillo.
El primer fallecido era un adolescente de 15 años e identificado por las iniciales D.A.Q., mientras que el segundo fue identificado como Becam Romario Quispe Garfias, de 18 años.
"Lamento profundamente el fallecimiento de nuestros compatriotas en Andahuaylas, Apurímac, mi tierra. Expreso mis sentidas condolencias a sus familiares", expresó la mandataria y antigua vicepresidenta de Castillo, considerada una traidora por los seguidores del destituido presidente izquierdista.
Mientras tanto, este lunes se contabilizaron 25 cortes de carretera, principalmente en el sur del país, donde fue afectada la Panamericana, lo que llevó este lunes a la presidenta sustituta, Dina Boluarte, a declarar el estado de emergencia en las zonas de conflicto.
"Anuncio la declaratoria del estado de emergencia en las zonas de alta conflictividad social. Comunico que he dado las instrucciones para que se recupere pacíficamente el control del orden interno, sin afectar los derechos fundamentales de la ciudadanía", dijo en una alocución, minutos después de la medianoche, en la que no detalló a qué zonas se refiere.
El punto donde se han registrado protestas más numerosas es la localidad de Chala, en la región sureña de Arequipa —cuna de las cunas de la minería peruana—, donde cerca de 4,000 personas protestaron por la destitución de Castillo, detenido desde el pasado miércoles tras fracasa su intento de autogolpe de Estado.
La Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) comunicó el cierre del aeropuerto de Andahuaylas debido a los desórdenes e incendio de parte de sus instalaciones por los manifestantes.
La Corpac detalló que la terminal "viene sufriendo ataques y actos de vandalismo" desde la tarde del sábado, que han afectado la pista de aterrizaje y equipos indispensables para brindar el servicio de aeronavegación. Asimismo, "han incendiado la sala de transmisores, la sala de combustible" y han cercado el terminal, donde se encuentran 50 efectivos de la Policía Nacional y trabajadores de Corpac, agregó la fuente oficial.
En total, la Policía peruana estima que unos 6,000 manifestantes contra el gobierno de Boluarte y por la convocatoria de elecciones inmediatas.
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