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En una muestra de solidaridad y determinación, seis actores clave en la Comunidad Política Europea acordaron un plan de ocho puntos para abordar el desafío de la inmigración irregular y las redes de tráfico de personas. Este acuerdo, anunciado durante la III Cumbre de la Comunidad Política Europea que tiene lugar en Granada, España, resalta la importancia de la cooperación internacional en un tema de gran relevancia para Europa y el mundo.
Uno de los pilares fundamentales de este plan es el compromiso de fortalecer el proceso de “retorno y readmisión” de inmigrantes. Para lograrlo, se establecerá una red de “oficiales de enlace” que agilizará estos procedimientos, lo que permitirá un enfoque más eficiente y coordinado entre los países involucrados.
Esta medida acordada por Reino Unido, Italia, Países Bajos, Francia, Albania y la CE busca no solo garantizar un retorno seguro para los inmigrantes, sino también abordar las causas profundas de la migración irregular.
El acuerdo también resalta la importancia de proteger las fronteras de los países firmantes para prevenir la entrada no autorizada. Esto se logrará mediante un aumento en las capacidades de búsqueda y rescate, que incluirá el despliegue de personal, equipos y recursos necesarios.
La medida busca garantizar la seguridad de quienes arriesgan sus vidas en viajes peligrosos en busca de una vida mejor.
El plan no sólo se centra en las medidas de retorno y seguridad fronteriza, sino que también reconoce la importancia de abordar las causas profundas de la migración.
Los países firmantes se comprometen a trabajar con “países clave” para abordar estas causas, promoviendo el desarrollo sostenible a través de la educación, la creación de empleo y acciones relacionadas con la adaptación climática. Esto refleja una visión integral de la migración irregular, que va más allá de la seguridad fronteriza.
Otro punto crucial en el acuerdo es la lucha contra las bandas que promueven el tráfico de personas. Los países firmantes se comprometen a tomar “acciones robustas” en cooperación con aliados para abordar este problema tanto en rutas internas como en las fronteras exteriores. Esto incluye el intercambio de información y la cooperación operativa para detener todas las embarcaciones involucradas en el transporte irregular de inmigrantes.
Además, se buscará actualizar el marco legal para armonizar los delitos relacionados con la inmigración, lo que facilitará la persecución de quienes participan en el tráfico de personas.
El plan también reconoce la importancia de cooperar en políticas de visas para controlar la inmigración irregular. Se buscará establecer “regímenes de visados efectivos” que contribuyan a un mayor control y eficacia en las readmisiones de inmigrantes. Esto permitirá una gestión más ordenada de los flujos migratorios y una mayor eficiencia en la identificación y retorno de aquellos que no cumplan con los requisitos de ingreso.
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