En medio de la temporada de monzón en Pakistán, las devastadoras inundaciones y deslizamientos de tierra han provocado la muerte de al menos 76 personas, entre ellas 28 niños, y han dejado a otras 133 personas heridas.
Según informes de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA, por sus siglas en inglés), en las últimas 24 horas nueve personas más perdieron la vida y ocho resultaron heridas en diferentes regiones del país.
Desde el inicio de la temporada de monzón el 25 de junio, se han registrado 67 muertos y 125 heridos en Pakistán. La provincia de Punjab, en el este del país, ha sido la más afectada, con 43 muertos, seguida de Khyber Pakhtunkhwa en el noroeste con 18 víctimas.
Además, se reportaron cinco muertes en Baluchistán, al sur, y una en la región de Cachemira controlada por Pakistán.
Las lluvias sin precedentes también han causado daños parciales o totales en 77 casas, y se estima que al menos 15 cabezas de ganado han perecido. El Departamento Meteorológico de Pakistán (IMD, por sus siglas en inglés) advirtió que las lluvias monzónicas continuarán hasta el día de hoy y existe la posibilidad de desbordamientos de ríos.
La provincia sureña de Sindh, que sufrió las peores inundaciones en Pakistán en 2010, está nuevamente en riesgo. El año pasado, las inundaciones entre junio y octubre cobraron la vida de más de 1,700 personas y más de un millón de cabezas de ganado, desplazando a ocho millones de personas y afectando a 33 millones en total, aproximadamente una séptima parte de la población del país.
Pakistán se encuentra entre los 10 países más vulnerables del mundo ante los efectos del cambio climático. Sin embargo, a pesar de ser el quinto país más poblado del mundo, es responsable de menos del uno por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
El país se enfrenta a desafíos constantes debido a las lluvias monzónicas y necesita esfuerzos conjuntos para mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático.
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