Se veía venir, pero no de forma tan descarada. La entrevista de Elon Musk a Donald Trump en X, fue un festival de dos horas de bulos y mentiras del candidato republicano, permitidas y aplaudidas por el dueño de la mayor red social del mundo con el único propósito de que el populista de extrema derecha revierta el repentino liderazgo en las encuestas de la demócrata Kamala Harris y gane las elecciones en noviembre.
El hombre más rico del mundo ofreció su plataforma X (antes Twitter) para que durante dos horas Trump hiciera lo que mejor sabe hacer: difundir mentiras, algunas apocalípticas, como que si gana Harris “permitirá el ingreso de 50 millones de ilegales”, o delirantes, como asegurar que su rival es una “comunista”; todo ello entre aplausos y guiños de consentimiento de Musk, sin poner en duda ninguno de sus bulos ni formular ninguna crítica.
¿Falla técnica o sabotaje?
La "charla", como la definió Musk, que había generado gran expectación, comenzó con unos 45 minutos de retraso. Musk argumentó que su red social había sido blanco de una ofensiva externa para impedir la entrada a los usuarios.
“Parece que se está produciendo un ataque DDOS (Denegación de distribución de servicios) masivo en X. Estamos trabajando para apagarlo”, publicó el magnate tecnológico. Este tipo de ciberataque consiste en hacer que un servicio en línea deje de funcionar, saturándolo con una gran cantidad de tráfico.
Musk, que explicó que habían hecho pruebas para que la plataforma soportara hasta ocho millones de escuchas, como ambos magnates presumían que iba a ocurrir, aunque al final sólo 1.3 millones de usuarios siguieron el espectáculo.
Acercamiento a Dios, alejamiento del liderazgo
Musk había prometido que su intercambio no iba a tener ni guión ni límites, pero incidió en temas que le resultan cómodos al exmandatario, como la "inmigración ilegal" que, según este último, le "salvó" la vida el pasado 13 de julio, cuando fue objeto de un intento de asesinato que le ha hecho, aseguró, abrazar aún más el cristianismo.
Justo antes de ser alcanzado en la oreja el expresidente conservador giró su cabeza para mostrar a la gente un gráfico que apuntaba, según sus cifras, a un descenso significativo de la caída de la llegada de inmigración ilegal durante su mandato. "Voy a dormir siempre con él", bromeó... aunque más bien debería ponerse nervioso con las últimas encuestas.
La entrevista-charla amistosa se produjo en un momento en que la vicepresidenta de EU adelanta a Trump en las intenciones de voto. Según el promedio elaborado por la web FiveThirtyEight, le supera por 2.8 puntos, mientras que una encuesta del “New York Times”, de este mismo lunes, anunciaba que la candidata presidencial demócrata arrebató al republicano el liderazgo en tres estados clave para ganar las elecciones: Pensilvania, Michigan y Wisconsin.
Con el claro objetivo de revertir esta tendencia ganadora de Harris. que podría convertirse en la primera mujer presidenta de la historia de EU, Musk hizo un desesperado guiño al voto de los indecisos para recordar que él siempre ha sido un "demócrata moderado: pero estamos realmente ante un punto de inflexión crítico para el país: tú eres el camino de la prosperidad para Estados Unidos y Kamala es lo contrario". Además, el dueño de X acusó a los demócratas por hacer pasar a la vicepresidenta de EU por una persona "moderada".
“Vienen de cárceles e instituciones mentales”
Sin prueba alguna, Trump aseguró que “en Venezuela y otros países los crímenes han bajado entre un 50% y un 80% porque se han deshecho de toda su gente mala para enviarlas a Estados Unidos. Son criminales que hacen parecer a nuestros criminales como buenas personas”.
Trump contó que fue a la frontera con Texas, en Eagle Pass, donde presenció lo que llamó un “apocalipsis zombi”, gente cruzando la frontera desde México.
“Si ganan los demócratas, vendrán 50 o 60 millones de personas de todo el mundo. Ya estamos desbordados. Conmigo tendremos la mayor deportación de nuestra historia", continuaba un desatado Trump.
“Este es un asunto existencial, fundamental. Creo que si permitimos que esto pase por cuatro años más no tendremos más país”, aseguró, por su parte, Musk.
“Dieron un golpe de Estado a Biden”: Trump
El candidato republicano Trump no oculto su vocación de caudillo autoritario y dedicó elogios a Vladimir Putin y Xi Jinping, los presidentes de Rusia y China: "Conozco a cada uno de ellos. Llevarse bien con ellos es algo bueno, no malo. Están en la cima del juego, son duros, son inteligentes y van a proteger a su país".
Se permitió incluso mostrarse condescendiente con Biden, dejando entrever que lo quería de rival, pues tendría asegurada la victoria.
"No soy fan de Biden, que es el peor presidente de la historia. Pero lo que le hicieron fue un golpe de Estado. Harris es una lunática, es una radical de San Francisco; está más a la izquierda que Bernie Sanders, va a ser peor", comentó Trump.
Apoyando esta idea, Musk le dijo que la civilización se encuentra en una encrucijada. “Hay que elegir el camino correcto y tú eres el camino correcto”.
Por ello, animó a los electores a votar también por Trump el próximo 5 de noviembre, un favor que el conservador le agradeció apuntando que es un "honor" tener el respaldo de alguien a quien siempre había situado a la izquierda.
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