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EU condena a 4 años de cárcel al científico mexicano arrestado por espiar para Rusia

Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, nacido en Oaxaca y quien llegó a sonar para el Nobel, confesó haber recibido presiones para espiar para el Kremlin a cambio de ayudar a su esposa

El Diputado Nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Leandro Santoro, recorrió las obras en Puerto Madero.
El científico oaxaqueño Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, en una imagen de archivo personal. El científico oaxaqueño Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, en una imagen de archivo personal. (La Crónica de Hoy)

Héctor Alejandro Cabrera Fuentes nació en Oaxaca y destacó como científico por sus investigaciones en cardiología molecular. Incluso llegó a sonar para el Premio Nobel. Sin embargo, su vida dio un giro de 180 grados cuando se vio involucrado en una trama de espionaje en Rusia y Estados Unidos. Al final, la justicia estadounidense lo arrestó y, este martes, lo condenó a cuatro años de cárcel.

En febrero, Cabrera ya había anunciado que se declararía culpable, y este 21 de junio la fiscalía de Miami, Florida, dictó sentencia; una sentencia que fue reducida gracias, precisamente, a que el científico oaxaqueño llegó a un acuerdo con la Justicia de EU para aceptar su culpabilidad en la trama de espionaje.

Cabrera Fuentes compareció solo, según relata el diario El País, que conoció información de primera mano, porque decidió enfrentar esta última audiencia sin la presencia de su familia. En declaraciones al tribunal aseguró estar “sumamente arrepentido” de haber aceptado colaborar con la agencia de espionaje rusa en EU.

“Todos cometemos errores en la vida y este es el más grande de la mía”, aseguró este reputado biólogo molecular de 37 años ante la corte, que se disculpó con el gobierno de EU por haber colaborado con los rusos. “Esta trágica experiencia me enseñó que la libertad y la familia son lo más importante que uno tiene”, añadió el joven oaxaqueño, que llegó a recibir premios internacionales.

De hecho, Cabrera Fuentes era a finales de la década pasada uno de los científicos mexicanos más prometedores y ya de renombre; así, consiguió primero una beca para investigar en Alemania. Allí cambió todo.

UNA HISTORIA ROCAMBOLESCA

Las primeras informaciones sobre el caso apuntaron a que todo se debía a que su esposa rusa necesitaba regresar a Alemania tras un viaje a Moscú. ¿Pero cómo, si el científico tenía ya familia en México? Finlamente, Cabrera confesó que mantenía una doble vida y que, durante su periplo europeo, se casó en secreto con una mujer rusa y tuvieron hijos. La historia encajaba.

Cabrera se las apañó para viajar a Moscú en 2019 para intentar ayudar a su segunda esposa. Efectivamente, la burocracia del régimen no la dejaba regresar a Alemania, y en ese contexto fue cuando funcionarios del parato de espionaje del Kremlin sonsacaron al científico, ofreciéndole ayuda para su esposa a cambio de que él hiciera unos trabajos para ellos.

Esto fue en marzo de 2019, y poco tiempo después el científico oaxaqueño ya estaba en Estados Unidos, donde -como luego confirmó él mismo-, le pidieron que siguiera a un funcionario del FBI estadounidense, lo que, entre otras cosas, implicaba que tomara fotos a las placas de su coche.

Cuando la policía lo arrestó en Miami en febrero de 2020, encontraron las fotos en su celular, y comprobaron que las había mandado por Whatsapp a su contacto ruso. Aunque inicialmente en México sus conciudadanos, familiares y amigos no daban crédito a la historia y sospechaban que Washington le había teniddo algún tipo de trampa, todo el relato de la fiscalía encajaba por completo.

LIBRE EN 2024... O INCLUSO ANTES

La sentencia de cuatro años y un día de cárcel implica que Cabrera Fuentes ya ha cumplido más de dos años entre rejas, por lo que el científico podría quedar libre a principios de 2024. Incluso antes, si propsperara una petición de reducción de pena por buen comportamiento, algo que la defensa podrá solicitar gracias precisamente a que se añadió ese día a los cuatro años de condena.

De hecho, el relato que se da desde la Justicia estadounidense es que, efectivamente, Cabrera Fuentes es un preso modelo, señala El País, que ha seguido el caso de cerca estos años.

En libertad, antes de que sus propios errores lo atraparan en esta pesadilla, el oaxaqueño era modelo también para los suyos: Ayudaba en lo posible a su comunidad, creó una fundación para impulsar la ciencia entre las comunidades más pobres de Oaxaca e incluso impulsó un modelo de casas resistentes a los sismos luego de que un temblor arrasara comunidades como la de Juchitán en Oaxaca, el 7 de septiembre de 2017.

En un año y medio, o incluso menos, el gran reto de Héctor Alejandro Cabrera Fuentes será recuperar su vida anteror. No la de tener dos familias sino la de científico brillante, con maestría, doctorado con honores en Alemania y carrera en la universidad médica más importante de Singapur y, quien sabe, quizás volver a aspirar al Nobel.

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