Las familias de las víctimas del Domingo Sangriento marcharon este domingo por las calles de Derry (Irlanda del Norte) para recordar a los 14 civiles asesinados por el Ejército británico hace 50 años y mantener viva su lucha para llevar ante la Justicia a los autores de esta masacre.
Acompañadas por miles de personas, desfilaron por el recorrido original de la marcha organizada el 30 de enero de 1972 para denunciar la discriminación que sufría la comunidad católica-nacionalista en Irlanda de Norte a manos del Gobierno de Belfast, sectario y reservado solo para partidos unionistas-protestantes.
El trayecto aquel día estaba diseñado para concluir en el Ayuntamiento, pero las medidas impuestas por la Policía para impedirlo desembocaron en disturbios, lo que dio pie a que entrase en el barrio católico del Bogside el primer batallón del Regimiento de Paracaidistas.
El cura del pañuelo ensangrentado
"Recuerdo muy bien ese día. Mi padre nos dijo a los más jóvenes que nos quedásemos en casa porque se decía que habría enfrentamientos en la calles", explica Gerry Duddy, quien tenía 14 años cuando su hermano Jackie, de 17, se convirtió en la primera víctima mortal del Domingo Sangriento.
Su hermano es también protagonista de una de las fotografías más icónicas de aquella masacre, en la que el sacerdote Edward Daly —después ascendido a obispo de Derry— aparece agitando un pañuelo blanco ensangrentado delante de cuatro personas que llevaban en volandas a un joven Jackie herido de muerte.
"Segundos antes, los dos, como tantos de nosotros, trataban de resguardarse de los disparos de los soldados. Mi hermano hasta bromeó con Daly sobre el hecho de que se viera corriendo junto a un cura en medio de unos disturbios. Al menos no murió solo, eso nos reconforta", agrega Gerry.
La marcha organizada este domingo, liderada por niños, sí llegó al Ayuntamiento antes de emprender el regreso al Bogside, donde se celebró un acto conmemorativo ante el Monumento del Domingo Sangriento y en el que las familias depositaron fotografías de sus seres queridos.
En busca de justicia
También participaron en esta ceremonia el primer ministro irlandés, Michaél Martin, y su titular de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, quienes efectuaron una ofrenda floral ante el monumento después de escuchar los nombres de todos los heridos y fallecidos en el Domingo Sangriento.
Martin se reunió a continuación en privado con las familias, a las que agradeció su dedicación para llevar a cabo una "persistente, digna y valiente campaña" para buscar "justicia, verdad y responsables".
El "taoiseach" (primer ministro) declaró a los medios que el Gobierno de Dublín apoya los esfuerzos de los activistas para lograr que los tribunales castiguen a los responsables de aquella atrocidad.
Entre otros actos organizados hoy, la catedral de Santa Eugenia acogió una misa especial en la que el primado de la iglesia católica en Irlanda, el arzobispo Eamon Martin, recordó que el "horror infligido en Derry" ha sido finalmente "expuesto y desafiado" por las familias.
El religioso se refería a la versión oficial ofrecida por el Gobierno británico hace medio siglo, cuando la investigación desarrollada por Lord Widgery concluyó que los militares respondieron con fuego a la agresión del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés, el IRA.
“Eran civiles inocentes”
Después de años de campaña, las familias obligaron a Londres a lanzar una nueva pesquisa y el nuevo "Informe Saville" calificó en 2010 de "injustificada e injustificable" la actuación de los soldados, quienes sabían además que estaban ofreciendo "falsos testimonios" al tribunal Widgery.
El entonces primer ministro británico, el conservador David Cameron, tuvo que pedir perdón a las familias y subrayar que todos los fallecidos y heridos en el Domingo Sangriento no eran miembros del IRA, sino civiles inocentes.
La “amnistía de Johnson”
"Cameron se disculpó y dijo que todos somos iguales ante la ley, pero me pregunto entonces por qué no hay aún militares procesados y condenados por el Domingo Sangriento?, plantea Gerry Duddy, quien denuncia los planes del actual "premier", Boris Johnson, para "ocultar la verdad no solo sobre esta atrocidad, sino de otras cometidas" la región.
Johnson presentó el pasado mayo una propuesta de ley encaminada a conceder una amnistía a los militares que sirvieron en Irlanda del Norte durante el conflicto, una medida que se aplicaría también a los paramilitares, pero que cuenta con el rechazo de todas las fuerzas políticas de la región, ya sean unionistas o nacionalistas.
“Soldado F”
Esta nueva legislación paralizaría los posibles procesos contra los militares implicados en el Domingo Sangriento, entre ellos, el llamado "Soldado F", responsable, según el "Informe Saville" de la muerte de varios civiles en la masacre.
De momento, la fiscalía norirlandesa decidió el pasado julio retirar los cargos presentados contra el "Soldado F" sobre dos muertes y cuatro intentos de asesinato, porque entiende que no hay una perspectiva razonable de obtener una condena.
"Saville dijo que el 'Soldado F' era responsable de más muertes. Están intentando de nuevo encubrir a gente y ocultar lo que pasó en el Domingo Sangriento. Pero no les dejaremos porque seguimos dejándoles en evidencia. Hemos sido las voces de nuestros muertos, no estaría bien que ahora abandonásemos", concluye Duddy.
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