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La bomba populista que se temía iba a explotar en Argentina la noche electoral de este domingo, con la victoria anunciada en las encuestas del líder de extrema derecha Javier Milei, acabó en poco menos que un petardo.
Contra todo pronóstico, el candidato oficialista, Sergio Massa ganó cómodamente las elecciones presidenciales argentinas, con un 36.15% de los votos, seis puntos por encima del voto cosechado por Milei (30.31%). Las últimas encuestas anunciaban lo contrario: la victoria del candidato ultra unos cuatro y cinco puntos por encima del candidato oficialista, pese a que tenía en contra la grave crisis económica, la popularidad en mínimos del presidente Alberto Fernández… y la traición de última hora de la expresidenta Cristina Fernández, quien lejos de apoyar al peronista, dijo tras emitir su voto que ella no tenía nada que ver con los errores de su propio gobierno: “No me escucharon”.
Massa supera por más de 1.5 millones de votos a Milei, para estupefacción del candidato que ganó las primarias de agosto. Aunque pasa a segunda vuelta, Milei no debe tener muchos motivos para festejar su 53 cumpleaños a lo grande, que se celebra precisamente este domingo.
En donde no fallaron las encuestas fue en el tercer puesto logrado por la candidata derechista, Patricia Bullrich (23.61%).
En la sede de la opositora Juntos por el Cambio, el clima era de derrota, apenas mitigada por la victoria en la ciudad de Buenos Aires, donde con el 49.29% de los votos ganó la alcaldía Jorge Macri, primo del expresidente Mauricio Macri, y quedó en segundo lugar el peronista, Leandro Santoro, que sumó el 32.31% de los votos.
Votantes de Milei denuncian fraude
Nada más conocer que Milei quedó muy por debajo de Massa, con quien se volverá a enfrentar el 19 de noviembre, los simpatizantes del candidato ultra empezaron a corear fraude.
"Es imposible, fue fraude", asegura César, que hizo 60 kilómetros desde La Plata para apoyar a Milei en esta noche electoral. Cerca de él, un par de adolescentes, al borde de las lágrimas, coinciden con la idea de fraude, aunque admiten que ni ellas ni sus conocidos vieron ninguna irregularidad cuando fueron a votar.
Milei, de momento, guarda silencio y está recluido en la habitación de un hotel con su hermana.
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