¿Qué pasó exactamente la víspera y durante el asalto a la embajada? Los hechos cronológicos
Miércoles 3 de abril. En un nuevo alarde de injerencismo, el presidente Andrés Manuel López Obrador insinuó en la mañanera que “un candidato” ganó de forma "sospechosa" las elecciones de Ecuador tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, cuya campaña era guerra sin cuartel al crimen organizado y quien fue baleado al final de un acto de campaña en agosto.
“De manera muy extraña, Ecuador adelantó elecciones el año pasado”, empezó elucubrando AMLO. “Iba la candidata de la fuerza progresista (aliada del expresidente Rafael Correa) como 10 puntos arriba. Entonces, un candidato que habla mal de la candidata que va arriba, de repente es asesinado, y la candidata que iba arriba se cae y el candidato que iba segundo sube”, señaló en alusión a Daniel Noboa, quien finalmente ganó las elecciones el 13 de octubre de 2023.
Jueves 4 de abril. Tras sentirse aludido, el presidente Noboa declaró persona non grata a la embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, y le ordenó salir del país.
Viernes 5 de abril. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México denuncia "el incremento de la presencia de fuerzas policiales ecuatorianas" afuera de su embajada en Quito, calificándola de "hostigamiento".
En represalia, el gobierno mexicano le concedió asilo político automático a Glas, desoyendo numerosas peticiones del gobierno ecuatoriano para que no diera ese paso, puesto que está siendo procesado judicialmente por varios casos de corrupción cuando era vicepresidente bajo el gobierno de Correa.
Ese mismo viernes por la noche, la policía ecuatoriana asaltó la sede diplomática mexicana. Ante el escándalo que fue trendig topic instantáneo en las redes, Noboa se vio forzado a dar la cara y dijo que autorizó el allanamiento bajo el argumento de que existía el riesgo inminente de que Glas se diera a la fuga y que no podía darse el lujo de "ceder ante terroristas".
En cuanto tuvo conocimiento que se había profanado la inviolabilidad de la embajada mexicana, López Obrador anunció que su gobierno había roto relaciones diplomáticas con Ecuador, y la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena Ibarra, indicó que impugnará el insólito asalto de la embajada en el Tribunal Internacional de La Haya.
Glas amaneció el sábado tras las rejas de una prisión de máxima seguridad en la ciudad portuaria de Guayaquil.
¿Qué ley de la ONU ha violado Ecuador con el asalto a la embajada de México?
La Convención de Viena establece en su Artículo 22 que "las misiones diplomáticas son inviolables” y “los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos, excepto con el consentimiento del jefe de la misión".
El caso más evidente de petición de ayuda a las fuerzas del país receptor ocurrió precisamente con Ecuador en 2019, cuando el entonces presidente Lenin Moreno autorizó a las autoridades británicas a que sacaran por la fuerza a Julian Assange de la embajada de Ecuador en Londres, donde llevaba siete años refugiado bajo la protección del anterior mandatario, Rafael Correa.
¿Qué defiende Ecuador ante la OEA?
A petición del gobierno de Noboa, su representante ante la OEA, Alejandro Dávalos, invocó el Artículo III de la Convención de Caracas de 1954 sobre Asilo Diplomático, que dice lo siguiente: No es lícito conceder asilo a personas que, al tiempo de solicitarlo, se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes”.
Dávalos sostuvo ante la OEA que Glas no es un preso político, como asegura México, sino un procesado judicialmente por delitos comunes cuando era vicepresidente durante el gobierno de Rafael Correa (exiliado en Bélgica tras ser igualmente perseguido por la justicia de su país). Uno de los casos por los que fue declarado culpable fue por aceptar sobornos de la constructora brasileña Odebrecht (escándalo regional, recordó parte de la prensa de Ecuador, por el que, extrañamente, los señalados en Méxicos gozan de impunidad; pero este sería otro tema).
En diciembre de 2023, la fiscal general de Ecuador, Diana Salazar, denunció que Glas, quien ya dormía en la cárcel por este caso, se le concedió la libertad condicional gracias a los sobornos que el narcotraficante ecuatoriano Leandro Norero, alias "El Patrón", había pagado a jueces corruptos. Como prueba, la fiscal presentó a los medios una conversación obtenida de un celular vinculado al capo describió los pagos a los magistrados corruptos como un "favorcito" y que "lo cobrarán cuando el señor Jorge Glas sea presidente".
Para reforzar el alegato de defensa de Ecuador, el enviado de Noboa en la OEA denunció que, cuando se ordenó su reingreso en prisión, Glas se refugió en la embajada de México, el 17 de diciembre de 2023, y desde entonces, el gobierno mexicano rechazó todas las peticiones del gobierno ecuatoriano para que lo entregara para cumplir la orden de encarcelamiento por delitos comunes.
Este miércoles 10 de abril será el gobierno mexicano el que tendrá la oportunidad de defender su posición ante la OEA, como pidió, un día después, para no coincidir con la defensa de Ecuador.
¿Por qué, con la ley en la mano, la defensa de Ecuador está condenada al fracaso?
Porque Ecuador, de forma interesada o no, se olvidó mencionar ante la OEA el Artículo IV de la Convención de Caracas, que dice lo siguiente: Corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución.
En otras palabras, las autoridades mexicanas, como responsables de una persona que ha pedido asilo en una de sus sedes diplomáticas, son las que deciden si entrega a Glas a las autoridades ecuatorianas. Y en caso de que no lo haga, deberá demostrar que no está incumpliendo el artículo III del derecho al asilo, que se niega en caso de que el interesado sea un delincuente o un terrorista condenado.
¿Qué tenía que haber hecho Ecuador en este caso?
Denunciar a México en las cortes internacionales, presentando evidencia de que ignoró o dejó sin respuesta la solicitud de Quito, durante semanas, obviando o despreciando las pruebas judiciales presentadas por la Justicia ecuatoriana.
En este caso, serían los jueces quienes decidan el verdadero estatus de Glas.
Por el contrario, Noboa hizo, como dijo AMLO, lo que ni Pinochet se atrevió: asaltar violentamente un embajada, pese a su inviolabilidad protegida por todos los tratados vigentes de la ONU.
¿Existe un precedente idéntico en la historia al asalto de la embajada de México?
Hay al menos tres casos parecidos, pero no idénticos.
En 1973 ocurrió la espectacular toma de la embajada de Estados Unidos en Teherán, tres días después del triunfo de la Revolución Islámica encabezada por el ayatolá Jomeini. Los “revolucionarios” tomaron a 52 rehenes estadounidenses durante 444 días.
En 1980 ocurrió el sangriento asalto a la embajada de España en Guatemala en 1980, donde 37 personas perdieron la vida. El embajador español, Máximo Casal, sobrevivió milagrosamente, pero no así la mayoría de campesinos indígenas que se refugiaron para huir de la represión de la dictadura militar.
En 2002, un comando militar chino asaltó por la fuerza el consulado de Japón en la ciudad china de Shenyang y sacaron por la fuerza a cinco desertores norcoreanos que habían pedido asiló en Japón.
Lo que hace único el caso de la embajada de México en Ecuador es que, en los casos de Irán, Guatemala y China ocurrieron en el contexto de tres regímenes autoritarios (Guatemala era entonces una dictadura militar), con un largo historial de atropellos a los derechos humanos.
Por el contrario, quien dio la insólita orden de asaltar la embajada mexicana fue un presidente elegido elegido en las urnas como jefe de un Estado de Derecho, al que se presupone respetuoso con los tratados internacionales. Se presuponía... hasta que cometió el error que le perseguirá toda su vida y cuyas consecuencias aún se desconocen.
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .