
El líder opositor cubano Yunior García Aguilera, promotor de la marcha cívica contra el Gobierno de Cuba, pidió este jueves en Madrid acabar con la idea romántica que todavía queda de la isla, ya que "es una dictadura", y el matrimonio entre el Gobierno y el pueblo, que el régimen que preside ahora Miguel Díaz-Canel, "se ha convertido en un matrimonio fallido".
"La revolución devoró a sus hijos y a sus nietos", dijo García Aguilera en una multitudinaria rueda de prensa en Madrid, en la que relató los abusos por parte del gobierno cubano y destacó el "estallido social" que se dio en Cuba el pasado 11 de julio.
Lo que en un principio fue, según el líder opositor cubano, una "revolución hermosa", ahora es "una revolución que envejeció y se convirtió en lo mismo que querían destruir”.
Consciente del salto generacional que se está viviendo en su país, García, de 39 años, calificó las ideas del "régimen" como un brebaje que los más jóvenes ya no están dispuestos a tomar.
"Mi generación no bebió de la misma compota extraña de nuestros abuelos, no nos hizo efecto", aseguró.
El dramaturgo y activista describió su salida de Cuba como “una fuga de película”.
Explicó que, tras casi 24 horas de hostigamiento en las inmediaciones y la puerta de su casa, consiguió abandonarla gracias a la ayuda de un grupo de amigos que le escoltaron hasta el aeropuerto. No ha dado más detalles. Asegura que prefiere no hablar de eso por ahora. No quiere comprometer a esos allegados que le han conseguido también una casa en España. Los mismos que le han dado los 150 dólares que tiene en el bolsillo, su único capital. Sólo confirmó que las autoridades cubanas le dejaron subirse en un avión de Iberia el martes 16, en el que aterrizó en Madrid un día después con una visa de turista por 90 días.
“Aquí puedo ser más útil”, dijo, convencido de que el régimen cubano, que en ningún momento le prohibió la salida, le permitió abandonar la isla “porque pensaba que ganaba”.
El líder opositor cubano explicó las razones por las que decidió viajar con su esposa a Madrid: "si no volábamos de Cuba nos decapitaban", dijo tras enumerar las presiones que tanto él como su familia sufrieron desde que desde su plataforma "Archipiélago" surgió la idea de organizar la marcha cívica el pasado lunes.
"La estrategia del régimen era tenerme incomunicado en casa y silenciarme y lo único que tengo es mi voz. No he pedido asilo, mi intención es volver a Cuba pero no quiero hacer las cosas con rabia", denunció.
El dramaturgo, dirigiéndose a quienes le cuestionan por haber salido de Cuba, asegura que le gustaría ser más valiente, y que no es esa “estatua de bronce” que algunos creen, que es humano.
"Si me condenaban me convertían en un símbolo, si me mataban también, ellos querían anularme como persona, y casi lo logran, porque si llegaba a dormir dos horas diarias eran muchas", aseveró.
García Aguilera, incidió en la idea de que "a todo el que se atreva a estar en contra del gobierno en Cuba lo convierten en no persona".
Por eso hace una llamada al pueblo cubano "para que tome conciencia y no permita nunca más abusos de este tipo, para que pierda el miedo y acabe con el terror infundado”.
Aseguró que jamás se quedará callado, "porque si me quitan la voz no soy nadie".
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