La invasión terrestre de Gaza se acerca y todo apunta a que será masiva, tras ordenar el gobierno de Benjamín Netanyahu el mayor despliegue de reservistas de la historia: 300 mil soldados a lo largo de los escasos 51 kilómetros que mide la frontera que separa a la Franja de Gaza del Estado de Israel.
El despliegue coincide, además, con el anuncio de un gabinete de guerra, en el que destaca la incorporación al gobierno de concentración del exjefe de las Fuerzas de Defensa de Israel, Beni Gantz, probablemente el mayor experto militar israelí sobre el terreno, ya que fue él quien lideró la invasión de Gaza por tropas israelíes en 2014, como operación de castigo a Hamás por el asesinato de tres colonos judíos adolescentes. En esa ocasión, la ofensiva terrestre contó con la participación de 86 mil soldados israelíes, casi cuatro veces menos que los reservistas desplegados ahora (pensada no para vengar el asesinato de tres israelíes, sino de más de 1,200).
El deseo de venganza del gobierno de “halcones” presidido por Netanyahu —humillado por el mayor ataque terrorista de la historia de Israel, que no vio venir— podría tener otras víctimas colaterales, además de la población gazatí, si se concreta la invasión terrestre: el centenar largo de rehenes capturados en Israel por milicianos de Hamás y llevados por la fuerza a la Franja de Gaza.
Al respecto, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, Lior Haiat, aseguró este miércoles que "no es el momento de negociar" con Hamás el rescate de las entre 100 y 150 personas que estarían secuestradas por el grupo terrorista, algunos de ellos bebés que fueron secuestrados junto a sus madres. Entre los rehenes de Hamás están dos mexicanos.
"Todavía estamos en guerra. Estamos contando nuestros cuerpos. Seguimos luchando contra los terroristas en nuestro territorio", dijo Haiat al ser preguntado sobre el posible envío, por parte de Canadá, de un equipo de expertos en rescate de rehenes. Además, indicó que "la guerra contra Hamás no va a ser una operación corta, sino una guerra larga y dura".
La primera reunión de Netanyahu con su nuevo socio de gabinete de guerra, Beni Gantz, y con el ministro de Defensa, Yoav Gallant, no deja margen de duda de que la prioridad de Israel no es negociar un alto el fuego o la liberación de los rehenes, sino la guerra.
“Cada miembro de Hamás es hombre muerto”, dijo sin tapujos Netanyahu, mientras que el ministro de Defensa hizo alusión al supuesto hallazgo macabro de niños y bebés decapitados por los milicianos de Hamás en un kibutz, al estilo de los métodos salvajes del Estado Islámico: "Vamos a destruir y matar completamente a Hamás, el ISIS de Gaza. Se esfumarán de la Tierra, ya no existirán, no aceptaremos que los niños y bebés israelíes sean asesinados y todo siga como siempre".
Gallant añadió que las zonas israelíes aledañas a la Franja —totalmente desprotegidas el pasado sábado, cuando los terroristas ocuparon sin problemas varias localidades y kibutz— han sido aseguradas y ahora sus tropas "se concentran en la ofensiva" (en otras palabras, en la invasión).
Por su parte, Gantz comentó que "el Estado de Israel está enfrentando uno de sus momentos más difíciles", con "familias que han sido asesinadas y secuestradas por un enemigo sin piedad que debe ser eliminado".
"El hecho de que estemos aquí unidos, codo a codo, es un mensaje muy claro para el enemigo, y aún más importante, es un mensaje para todos los ciudadanos de Israel", añadió
Sin embargo, el gobierno no es del todo de unidad nacional, dada la negativa a sumarse del otro gran líder de la oposición, el centroizquierdista Yair Lapid, quien se niega a formar parte de un gobierno ultranacionalista y lleno de extremistas antiárabes.
La Casa Blanca rectificó las declaraciones de este miércoles del presidente Joe Biden, quien dijo haber visto fotos de milicianos de Hamás "decapitando a niños" y aseguró que ni el mandatario ni funcionarios estadounidenses han visto dichas imágenes.
Un portavoz de la Administración demócrata aclaró que el presidente hizo esas afirmaciones basándose en declaraciones que el Gobierno israelí ha dado "públicamente".
Un portavoz del Ministerio de Exteriores israelí explicó que entre los cuerpos hallados en el kibutz Kfar Aza, de 750 habitantes, masacrado el sábado, había "alrededor de 40 niños, entre ellos bebés".
Hamás, por su parte, negó haber "matado niños, decapitado y atacado a civiles" durante su ataque a Israel y rechazó las "acusaciones inventadas" que han sido "propagadas por algunos medios de comunicación occidentales que adoptan la narrativa sionista".
Copyright © 2023 La Crónica de Hoy .