El temor a que se aseste en Guatemala un golpe de Estado para evitar que tome posesión del cargo el presidente electo Bernardo Arévalo de León, dentro de cuatro meses, ha puesto en alerta a la región con reacciones de preocupación expresadas por gobiernos como el de México y Estados Unidos, y llevando al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a supervisar en persona el comienzo de la transición de cambio presidencial el 14 de enero de 2024.
Almagro, junto a una delegación de la OEA, asistió a la Casa Presidencial ubicada en la capital guatemalteca, donde presenció el inicio protocolario del traspaso de mando entre el presidente saliente, Alejandro Giammattei, y el presidente entrante, Arévalo de León, quien ganó las elecciones el 20 de agosto por su promesa de combate frontal a la corrupción. Pese a que ganó con más del 60% de los votos, su rival y candidata del “establishment”, la ex primera dama Sandra Torres, sigue sin reconocer su victoria.
La reunión, que se realizó a puerta cerrada, sirvió para que Giammattei y Arévalo de León acordaran las prioridades para que el proceso de transición transcurra sin sobresaltos, luego de que el presidente electo alertar la semana pasada que hay “un golpe de Estado en marcha”, como quedó demostrado con la maniobra del Ministerio Público (Fiscalía) de mandar a la clandestinidad y perseguir judicialmente a su movimiento Semilla, nacido al calor de las protestas de 2019 contra la casta corrupta e ineficiente que gobierna el país desde hace cuatro décadas.
La presencia del secretario Almagro en Guatemala —muy criticada en las redes sociales entre internautas opositores al presidente electo, ya que la ven como una “injerencia extranjera— se dio después de que los integrantes de la OEA le entregaran, el pasado viernes, "una mayor autoridad para vigilar el cambio de mando" en el país centroamericano.
La semana pasada, Arévalo de León denunció públicamente que existe “en curso un golpe de Estado” protagonizado por la fiscal general del Ministerio Público (Fiscalía), Consuelo Porras, para evitar que asuma la Presidencia en 2024.
La denuncia del presidente electo se dio luego de que su partido, el Movimiento Semilla, fue suspendido provisionalmente y la Junta Directiva del Congreso, presidida por diputados oficialistas, desconoció a la bancada de los legisladores de Semilla, partido que arrancó la campaña séptimo en las encuestas, pero que dejó sin posibilidades de segunda vuelta a candidatos como la ultraderechista Zury Ríos, hija del fallecido dictador Efraín Ríos Montt.
El pasado domingo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) decidió anular la suspensión del partido de Arévalo de León, al menos hasta el 31 de octubre, cuando finaliza formalmente el proceso electoral.
El Movimiento Semilla ha sido objeto de causas penales y persecución judicial por parte de la Fiscalía desde que avanzó sorpresivamente al balotaje por la Presidencia en la primera vuelta celebrada el 25 de junio.
Dicha persecución penal ha incluido allanamientos al Tribunal Supremo Electoral y a la sede del mismo Movimiento Semilla, por un supuesto caso de firmas falsas en la creación del partido en 2018.
Grupo de Puebla en alerta
Coincidiendo con la visita de Almagro, varios expresidentes iberoamericanos reunidos en el Grupo de Puebla denunciaron la “guerra jurídica” que está en marcha en contra del presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, y “los intentos de sabotear” el proceso de transición para que el académico socialdemócrata, hijo del expresidente Juan José Arévalo, no asuma el cargo de presidente de Guatemala.
“Prevenimos sobre el peligro de un golpe de Estado en proceso y convocamos a la comunidad internacional a apoyar una transición pacífica y apegada a la legalidad, que permita acceder al gobierno a las autoridades elegidas por el pueblo, en un paso definitivo para asegurar la continuidad democrática y recuperar el Estado de Derecho en Guatemala”, señaló este grupo de izquierdas en un comunicado.
La denuncia fue lanzada en una carta firmada por varios líderes políticos de izquierdas y expresidentes, incluidos el español José Luis Rodríguez Zapatero, el colombiano Ernesto Samper y el ecuatoriano Rafael Correa.
“Durante el proceso electoral se han presentado varios intentos por quitarle legitimidad a la candidatura ganadora y el partido Semilla que él representa a través de acciones que incluyen amenazas a la vida de los dirigentes, allanamientos ilegales a las sedes de su Campaña y anuncios de detenciones arbitrarias”, estimó el Grupo de Puebla.
Entre las acciones denunciadas está el que se haya declarado inválida la elección de la bancada de gobierno o las peticiones de nuevas elecciones para que el órgano legislativo pueda “nombrar un 'gobernante provisional” sintonizado con el propósito golpista de desconocer los últimos resultados electorales y sostener el caos en Guatemala".
“Desde el Grupo de Puebla denunciamos la sistemática judicialización del proceso electoral y del Movimiento Semilla, en un contexto de pérdida total de institucionalidad, a manos de una derecha sumida en la corrupción, que ha permitido el avance del crimen organizado en el país”, estimaron.
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