La vicepresidenta de EU y candidata demócrata, Kamala Harris, llegó este sábado a Carolina del Norte para evaluar los daños causados por el huracán Helene, que ha sido uno de los más devastadores en la historia reciente del estado.
Durante su visita, Harris resaltó la respuesta rápida y coordinada del gobierno federal ante la emergencia, subrayando que el compromiso será "de largo plazo" para ayudar a las comunidades afectadas.
En su llegada al Charlotte Douglas International Airport, Harris fue recibida por el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, también demócrata, la administradora de la Agencia Federal de Gestión de Desastres (FEMA, en inglés), Deanne Criswell, así como por la alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, y otros funcionarios locales y legisladores.
Durante una sesión informativa con las autoridades locales, Harris destacó el "extraordinario trabajo" que FEMA ha realizado en las zonas afectadas, trabajando en conjunto con las agencias estatales y locales.
También agradeció a los "héroes locales" que se han sumado a las labores de rescate y ayuda, proporcionando refugio y apoyo a las personas que más lo necesitan.
"El trabajo que se está realizando aquí para impactar positivamente a tanta gente es un ejemplo de lo mejor que podemos hacer cuando unimos recursos a nivel federal, estatal y local", dijo Harris.
Además, agregó que las crisis como esta muestran "lo mejor de quiénes podríamos ser y quiénes somos como nación", en referencia al esfuerzo solidario desplegado en las zonas más afectadas por el huracán.
Esta es la segunda visita de la vicepresidenta a una zona de desastre tras el paso del huracán Helene, luego de haber estado en Georgia a principios de la semana para evaluar también los daños y coordinar la ayuda federal.
La visita de Harris se da en medio de un ambiente político tenso, marcado por las críticas de su adversario republicano, el expresidente Donald Trump, quien la semana pasada acusó al gobierno de no ayudar adecuadamente a los afectados por el huracán Helene.
Según Trump, la administración ha destinado fondos a la atención de migrantes en lugar de enfocarse en las víctimas del ciclón, que ha dejado más de 215 muertos en todo el sureste de EU.
Andrew Bates, portavoz de la Casa Blanca, respondió el viernes a estas acusaciones, criticando a "algunos líderes republicanos" por usar la devastación causada por Helene para "mentir" y "dividir" al país en vísperas de las elecciones generales del 5 de noviembre.
Bates defendió la respuesta del gobierno federal, asegurando que los recursos se han gestionado adecuadamente para atender a todas las personas afectadas por el huracán.
Tras la sesión informativa, Kamala Harris se unió a un grupo de voluntarias y damnificadas para empacar bolsas de productos básicos, reafirmando que la presencia del gobierno federal será constante y prolongada en la región.
"No nos iremos cuando las cámaras se apaguen. El apoyo será a largo plazo", prometió la candidata demócrata mientras colaboraba en las labores de ayuda.
El huracán Helene tocó tierra el pasado 26 de septiembre en el noroeste de Florida como un ciclón de categoría 4, dejando una estela de destrucción que se extendió por más de 800 kilómetros a lo largo del sureste de EU.
Carolina del Norte ha sido uno de los estados más golpeados, con numerosas localidades afectadas por inundaciones y daños estructurales.
Hasta la fecha, la ayuda federal dirigida a los estados afectados asciende a 110 millones de dólares, según informó FEMA este sábado. Además, se ha desplegado un equipo de 6,400 miembros de personal de emergencia para continuar las labores de rescate, limpieza y recuperación en las zonas más devastadas.
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