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Lula da Silva lleva sólo un mes como presidente de Brasil y no quiere esperar más tiempo para impulsar un plan integral para combatir la lacra del feminicidio, que mata a una mujer en el país cada 7 horas.
El mandatario, quien aseguró que "ser progresista es luchar con todo contra el feminicidio", se comprometió este martes a una "lucha sin tregua" contra la violencia machista y dijo que "los hombres deben aprender que las mujeres no fueron hechas para ser golpeadas".
"No basta una ley para resolver ese problema", afirmó Lula, quien sostuvo que la violencia machista también es "una cuestión cultural y de educación", que debe ser enfrentada desde la escuela y en el ámbito familiar.
"Los hombres deben aprender que las mujeres no fueron hechas para ser golpeadas y que sus manos fueron hechas para trabajar, no para maltratar a una mujer", enfatizó el presidente durante un encuentro con representantes de movimientos sociales.
También se comprometió a impulsar campañas públicas en favor de los derechos de las mujeres, de quienes dijo que "no deben vivir con un hombre solo por un plato de comida", en alusión a los problemas que ellas enfrentan para acceder al mercado de trabajo o conseguir la igualdad salarial.
"La mujer vive con un hombre porque quiere y el día que no quiere más se va", agregó el mandatario, quien puso como ejemplo a su propia madre, que abandonó al padre de Lula para escapar con ocho hijos de los maltratos que sufría.
"Si mi madre tuvo la valentía para salir de una casa con ocho hijos y criarlos como ciudadanos, como gente trabajadora, eso significa que toda mujer lo puede hacer", pero también es necesario que "el Estado cree las condiciones para que lo haga", declaró el líder progresista.
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