Un asalto de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) a la aldea de Wad al Nura, en el estado central de Gezira, en Sudán, dejó un este viernes saldo devastador de 100 personas muertas, denunció el comité de resistencia de la zona.
"La brutalidad contra los civiles desarmados provocó la muerte de 104 personas y más de 90 heridos, en una nueva masacre que se suma a los crímenes de las Fuerzas de Apoyo Rápido", informó en un comunicado esta organización ciudadana encargada de realizar recuentos de víctimas y de desplazados en el estado de Gezira.
Los combatientes de las FAR bombardearon Wad al Nura con armas pesadas "durante horas" y, posteriormente, irrumpieron en la aldea montados en vehículos de combate y motocicletas, desde donde "dispararon indiscriminadamente contra los ciudadanos".
El comité de resistencia denunció que los paramilitares han cometido diversas "masacres" en Gezira desde que en diciembre tomaran el control de varias localidades, así como de la capital del estado, Wad Madani, que hasta entonces había sido uno de los puntos de refugio para cientos de miles de desplazados por la guerra.
Asimismo, acusó al Ejército sudanés de "negligencia" después de que los ciudadanos pidieran ayuda a los militares ante el avance de las FAR, a lo que las Fuerzas Armadas tan solo respondieron con contadas incursiones aéreas.
"Ninguna fuerza terrestre intervino para salvar las vidas de los civiles, a pesar de la presencia de una base militar en una zona no muy alejada", indicó el comité de resistencia.
Según el comunicado, las FAR "invadieron" la aldea, saquearon las propiedades y vehículos de los civiles antes de retirarse de la zona para "saquear otras aldeas adyacentes" a Wad al Nura.
Tanto el Ejército sudanés como los paramilitares han sido acusados por numerosas organizaciones internacionales de cometer crímenes de guerra y de lesa humanidad -entre ellos el uso de la violencia sexual y la limpieza étnica-, lo que ha acarreado sanciones por parte de países como EU para ambas partes enfrentadas.
El Ejército y las FAR están enfrentados en una guerra desde el 15 de abril de 2023 que se ha saldado al menos con 30 mil muertos, según el Sindicato de Médicos sudanés, y ha provocado el desplazamiento interno y externo de más de 9 millones de personas.
La representante de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas en Sudán, Clementine Nkweta-Salami, se mostró este jueves "conmocionada" y tildó de "desgarradoras" las imágenes difundidas de la matanza de ayer en la que más de cien personas murieron en un ataque en una aldea del centro del país africano.
"Estoy conmocionada por los informes de ataques violentos y un elevado número de víctimas en la aldea de Wad al Nura, en el estado de Al Yazira, el 5 de junio de 2024. Aunque Naciones Unidas aún no dispone de todos los detalles y hechos de los sucesos de ayer, existen informes creíbles de intensos tiroteos y del uso de armas explosivas en zonas civiles pobladas", indicó en un comunicado.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, condenó este viernes la masacre.
"Las devastadoras escenas de más de 100 cuerpos siendo preparados para su entierro deben fortalecer la determinación y el compromiso de la comunidad internacional para poner fin a esta guerra de una vez por todas", dijo en un comunicado Mahamat.
El dirigente lamentó que, "a pesar de los muchos esfuerzos de la comunidad internacional para conseguir un alto el fuego entre las dos partes (el Ejército sudanés y las FAR), la situación en Sudán ha seguido deteriorándose, y está provocando hambre aguda e incluso hambruna en varias partes de Sudán".
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