Mundo

Milei compara su llegada hoy al poder en Argentina con la caída del Muro de Berlín

“Hoy acaba una triste historia de decadencia de Argentina”, proclama, pero anticipa duro ajuste y meses de “estanflación”: “Recibimos la peor herencia”>

Alberto Fernández asume la presidencia de Argentina
Una foto para la historia moderna Argentina: la expresdienta peronista Cristina Fernández, junto al nuevo presidente, el ultraderechista Javier Milei, este domingo en la jura del cargo Una foto para la historia moderna Argentina: la expresdienta peronista Cristina Fernández, junto al nuevo presidente, el ultraderechista Javier Milei, este domingo en la jura del cargo (Javier Milei jura como presidente de Argentina/EFE)

Javier Milei asumió este domingo como primer presidente de extrema derecha de Argentina, proclamando que, con su histórico mandato, que concluye en 2027, “comienza una nueva era en el país sudamericano”.

Desde una tribuna instalada a los pies de la escalinata del Congreso de la Nación, en presencia de los principales representantes internacionales que acudieron a su asunción presidencial y ante decenas de miles de ciudadanos congregados en los alrededores, el economista ultralibertario agregó que hoy se da “por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive”.

“Así como la caída del muro de Berlín, estas elecciones han marcado el punto de quiebre de nuestra historia”, aseguró el nuevo presidente argentino.

Milei repasó toda la herencia dejada por el kirchnerismo y por el Gobierno del peronista Alberto Fernández (2019-2023) para pintar una dura radiografía del país que se encuentra y en el que deberá tomar difíciles decisiones económicas. “Ningún Gobierno ha recibido una herencia peor”, avisó.

En líneas generales, el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) dijo haber recibido un déficit financiero y fiscal equivalente al 17% del PIB, inflación que crece a una tasa anual del 300%, actividad económica paralizada, una tasa de pobreza del 45% y un índice de indigencia cercano al 10%.

Milei también advirtió de la “herencia” en materia de endeudamiento: 30 mil millones de dólares de deuda con importadores; 25 mil millones de deuda del Banco Central; y 35 mil millones de deuda del Tesoro.

“La bomba en términos de deuda asciende a 100 mil millones de dólares, que habrá que sumar a los cerca de 420 mil millones de deuda ya existente”, advirtió. A ellos se suman los vencimientos en 2024 de deuda soberana emitida en pesos, por el equivalente a unos 90 mil millones de dólares, más los vencimientos con organismos multilaterales por 25 mil millones.

“Con mercados financieros cerrados y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) caído por los brutales incumplimientos del Gobierno saliente, el 'roll over' de deuda es por demás desafiante”, advirtió.

Milei pintó un delicado escenario fiscal y monetario que a su juicio coloca a Argentina al borde de una hiperinflación.

“Esta es la herencia que nos dejan: una inflación plantada de 15 mil por ciento anual, (contra) la cual vamos a luchar con uñas y dientes para erradicarla”, prometió.

Milei puntualizó que la política monetaria actúa con un rezago de entre 18 y 24 meses, por lo que anticipó que la inflación permanecerá alta, y citó pronósticos privados que prevén tasas mensuales de entre el 20% y el 40% de aquí a febrero próximo.

“Es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe, que llevaría la pobreza por encima del 90% y la indigencia por encima del 50%”, insistió.

“Habrá estanflación por varios meses, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos dos años”, advirtió sobre el panorama negro para Argentina en el corto plazo, con inflación alta y estancamiento económico.

El flamante presidente libertario este domingo, en su primer discurso como jefe de Estado, que aplicará un duro ajuste, pero prometió que este será el “último mal trago” antes de la “reconstrucción” del país suramericano.

“Lamentablemente, tengo que decirlo de nuevo: no hay plata. La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock”, aseveró Milei al hablar ante la multitud de seguidores congregados a las puertas del palacio del Congreso argentino, bajo un inclemente sol, por lo que bomberos tuvieron que arrojar agua para refrescar el ambiente.

El mandatario admitió que el plan de "shock" que aplicará tendrá un impacto negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales y la tasa de pobreza e indigencia.

También confirmó que "limpiará" los pasivos del Banco Central y pondrá fin a la emisión monetaria, que a su juicio es la causa de la elevada inflación de Argentina, abriendo así paso a la dolarización de la segunda economía sudamericana.

Pese al apocalíptico panorama descrito, Milei dijo que tras el "reacomodamiento macroeconómico", la situación de Argentina comenzará a ir "mejor".

"Habrá luz al final del camino", auguró.

Sobre el estrado, con bastante reminiscencias de las asunciones de presidentes de Estados Unidos, hasta el punto de que el propio Milei habló de "inauguración" —término nunca usado en Argentina—, también se encontraban los principales invitados internacionales.

Flanqueando el atril, sentados estaban el rey Felipe VI de España, quien llegó este sábado; los presidentes de Ucrania, Volodimir Zelenski; Chile, Gabriel Boric; Uruguay, Luis Lacalle Pou, y Paraguay, Santiago Peña, así como el primer ministro de Hungría, el ultraderechista Víktor Orbán, entre otros.

También pudo verse entre los invitados a los expresidentes de Argentina Mauricio Macri (2015-2019) y de Brasil Jair Bolsonaro (2019-2023).

Con el líder ucraniano, Milei mantuvo unos minutos de conversación antes de fundirse en un abrazo de agradecimiento por haberse desplazado hasta Argentina en medio de la guerra que sufre su país por la invasión rusa. El gesto, supone, además, un alejamiento del nuevo gobierno argentino de sus relaciones con el presidente Vladimir Putin, así como de sus aliados, el chino Xi Jinpung y los tres dictadores izquierdistas latinoamericanos: el cubano Manuel Díaz-Canel, el nicaragüense Daniel Ortega y el venezolano Nicolás Maduro.

En la ceremonia también hubo notables ausencias que anticipan malas relaciones de Argentina con las dos potencias regionales: los presidentes de Brasil y México, Lula da Silva y Andrés Manuel López Obrador.

En plena campaña electoral argentina, López Obrador calificó a Milei de “facho conservador”, a lo que el ahora presidente argentino respondió señalando con el presidente mexicano es “patético” y “repugnante” y que sus seguidores eran unos “chairos resentidos”.

Copyright © 2023 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México