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El Departamento de Justicia de Estados Unidos desmanteló una de las principales bandas de cibercriminales dedicados al ransomware en el mundo. El grupo delictivo denominado Hive está acusado de extorsionar a más de 1,500 víctimas en 80 países.
Hive hackeaba hospitales, colegios, firmas financieras y otras organizaciones para pedir rescates con una modalidad criminal conocida como ransomware, que consiste en un programa informático que “secuestra” –bloquea– todos los datos del sistema hackeado hasta que se paga un rescate para recuperarlos. En algunos casos, la banda cibercriminal amenazaba con publicar información sensible de la organización atacada virtualmente. Las víctimas debían pagar para la devolución de los datos robados o la no publicación de estos en la red.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, declaró este jueves que la noche anterior “el Departamento de Justicia desmanteló una red internacional de ransomware responsable de extorsionar e intentar extorsionar por cientos de millones de dólares a víctimas en Estados Unidos y en el mundo".
El FBI consiguió infiltrarse en el grupo criminal y, desde julio de 2022, comenzó a proporcionar a las víctimas las contraseñas con las que la información era encriptada por los ciberdelincuentes para que pudieran acceder a ella sin tener que pagar un alto precio. Posteriormente, los servidores de Hive fueron incautados y las autoridades tomaron el control de su sitio en la llamada darkweb –una parte de internet inaccesible para navegadores convencionales–. La acción se coordinó entre el FBI, la policía alemana, la neerlandesa y la Europol.
Se estima que Hive hackeo a más de 1,500 empresas e instituciones desde el año 2021. Incluso, en plena pandemia de COVID-19, hizo que un hospital tuviera que trabajar con equipos analógicos. Se acusa al grupo criminal de haber recaudado con sus técnicas más de 100 millones de dólares.
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