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OTAN y UE avisan que los referéndums patito en Ucrania disparan el riesgo nuclear

La farsa amenaza con elevar la tensión de Rusia con Occidente a niveles nunca vistos, con una posibilidad real de guerra atómica

Mujeres rusas con banderas en apoyo a la invasión de Ucrania
Ruas se manifiestan el viernes en San Petersburgo a favor de la guerra contra Ucrania y de la anexión de los territorios ocupados. Ruas se manifiestan el viernes en San Petersburgo a favor de la guerra contra Ucrania y de la anexión de los territorios ocupados. (EFE / EPA / Anatoly Maltsev)

La Organización del Tratado del Atlántico Norte, némesis absoluta del dictador ruso, Vladímir Putin, advirtió el jueves que de ninguna manera reconocerá la "anexión ilegal e ilegítima" a Rusia de las regiones ucranianas ocupadas de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón.

A estas declaraciones oficiales se suman los comentarios filtrados de responsables tanto de la Unión Europea a medios como El País, que aseguran que “hay que tomar en serio las amenazas” de Putin sobre un posible ataque nuclear si Ucrania trata de recuperar los territorios ocupados y anexados ilegalmente de forma inminente.

Asimismo, fuentes de la OTAN citadas por el mismo rotativo español aseguran que las amenazas del dictador ruso elevan el riesgo de una guerra nuclear en Europa.

Esto, tras la farsa electoral de los referéndums ilícitos que se celebra desde el viernes y hasta este martes en los cuatro territorios mencionados. Referéndums que la Alianza Atlántica calificó de “falsos” en su comentario oficial del jueves.

Múltiples testimonios de las regiones con una menor ocupación rusa donde se vota, como Zaporiyia, tanto con material gráfico como sin él, reportan que soldados rusos recorren los edificios residenciales con las papeletas y metralleta en mano, incluso apuntando directamente a los ciudadanos.

Elya Labibova, una de las jóvenes ucranianas que esta casa editorial entrevistó al comienzo de la guerra, mencionó este sábado a través de Instagram desde su residencia en Dnipro que conoce casos de familias que han recibido incluso disparos de los soldados por negarse a votar. Agregó que al menos una amistad que reside en Jersón aseguró que “sus abuelos cerrarán la casa y se irán a esconder en el campo hasta que acabe el referéndum”.

En una entrevista concedida el jueves a la cadena CNN, el secretario general de la OTAN, el halcón noruego Jens Stoltenberg, aseguró que “la probabilidad de cualquier uso de armas nucleares aún es baja, pero las consecuencias potenciales son tan grandes que tenemos que tomar esto en serio”.

Entre tanto, en su discurso del miércoles en que anunció una movilización parcial forzosa, Putin insistió en que su amenaza de un ataque nuclear directo sobre Ucrania si busca proteger y recuperar sus tierras “no es un farol”.

Este sábado, Moscú redobló su postura y acusó desde la ONU a Occidente de no ser “neutral, sino parte del conflicto” -guerra- en Ucrania, en palabras del canciller ruso, Serguéi Lavrov, quien el jueves protagonizó una escena en la Asamblea General de Naciones Unidas cuando se marchó del hemiciclo justo después de dar su discurso, para ahorrarse acusaciones y denuncias.

Lavrov insistió en que Rusia respetará el resultado de los referéndums, como si quisiera decir que hay alguna opción real de que no gane el Sí a la anexión a la Federación Rusa. En rueda de prensa, Lavrov bateó preguntas molestas y se limitó a insistir en que la retórica de Europa causa “racismo” y “rusofobia”.

Sobre la cuestión nuclear, el canciller ruso también desvió la atención y se limitó a afirmar que el uso de armas atómicas está regulado por la doctrina rusa. También echó balones fuera al asegurar sobre la desbandada de jóvenes rusos del país por los reclutamientos forzosos que en Rusia hay “libertad de movimiento".

Por otra parte, este sábado Rusia destituyó del cargo al general máximo responsable de la logística de la guerra en Ucrania, Dmitri Bulgákov, en un momento en que, cuando se cumplen siete meses de la invasión, las tropas rusas sufren ante los fuertes avances del ejército ucraniano en el noreste y este.

En su lugar fue designado el general coronel Mijaíl Mizíntsev, hasta ahora jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa y quien fue el encargado de "dirigir personalmente" el salvaje asedio a la ciudad portuaria de Mariúpol, según Ucrania. Los medios occidentales le bautizaron por ello como el "carnicero de Mariúpol".

Esta destitución sigue a varias otras que el Kremlin acometió en los últimos meses de altos cargos al frente de la invasión de Ucrania, según la inteligencia británica y centros de análisis como el Instituto para el Estudio de la Guerra.

En los últimos siete meses Occidente ha destacado los problemas logísticos y de abastecimiento que sufre el Ejército ruso, tanto en material bélico como en el envío de refuerzos al frente.

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