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El papa Francisco explicó este lunes que no elogió el imperialismo ruso, cuando recientemente se dirigió a un grupo de estudiantes rusos con unas palabras sobre la “Gran Rusia” que crearon gran malestar en las autoridades ucranianas, sino que animó “a conservar la herencia” y “a la transmisión de la cultura rusa”.
El pontífice abordó la polémica que causaron sus afirmaciones, que según las autoridades de Ucrania querían difundir el imperialismo ruso (con el que Moscú justifica la invasión de Ucrania y la anexión de sus territorios), durante la rueda de prensa del vuelo en el que el pontífice regresaba de su visita a Mongolia.
Sin embargo, reconoció que “quizá no fue muy afortunada” la parte en la que citó reiteradamente a la Gran Rusia, y nombró a Pedro el Grande y Catalina la Grande, venerados en Rusia por su expansionismo territorial.
En concreto, el papa dijo a los jóvenes rusos: "Nunca olviden su herencia. Son herederos de la gran Rusia: la gran Rusia de los santos, de los gobernantes, la gran Rusia de Pedro el Grande, de Catalina la Grande, de ese gran imperio ilustrado, de gran cultura y de gran humanidad".
“Yo lo dije porque es lo que estudié en el colegio”, se justificó, pero no quiso adentrarse más en la polémica, señalando que “de esto tendrán que hablar los historiadores".
Francisco, que en ningún momento se refirió a la invasión rusa de Ucrania ni a los crímenes de guerra de los que es acusado el presidente ruso Vladimir Putin, insistió en que “lo que quería decir es que la cultura rusa es bellísima y profunda y no va a ser congelada a pesar de que Rusia haya tenido momentos oscuros”.
“En el diálogo con los jóvenes rusos al final les lancé un mensaje que repito siempre: Que se hagan cargo de su herencia. Y es lo mismo que digo en todos lados, la necesidad del diálogo entre abuelos y nietos. Este era el mensaje”, aclaró.
E insistió en que para remarcar su mensaje habló de la “Gran Rusia” porque “la herencia rusa es muy buena y muy bella y sólo hay que pensar en el campo de la literatura, de la música hasta llegar al escritor Fiodor Dostoievski, que nos habla de humanismo”.
Sobre el imperialismo, mostró su rechazo, porque “hay imperialismos que quieren imponer su propia ideología y cuando la cultura es destilada y se transforma en ideología se convierte en veneno”.
Las palabras del papa alabando la historia de Rusia fueron criticadas por el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores en Kiev, Oleg Nikolenko, que consideró que defendían al "imperialismo ruso".
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