“Romper el techo de cristal”: el desafío demócrata para que Harris sea la primera presidenta de EU

El temor a que resurgiera de nuevo el fantasma de la división demócrata en Chicago, como ocurrió durante la Convención de 1968 entre moderados y pacifistas, se disipó este lunes, nada más arrancar la Convención Demócrata con un único objetivo: que Kamala Harris gane la presidencia en las elecciones de noviembre y no ocurra lo que hace 56 años, cuando el presidente demócrata Lyndon Johnson perdió.

Pero el sentido de urgencia en mostrar una imagen de unidad entre el sector moderado del partido y el izquierdista no sólo es evitar un nuevo triunfo del ultraderechista Donald Trump. sino aprovechar esta segunda oportunidad histórica de que, por fin, una mujer sea presidenta de Estados Unidos.

“Algo está pasando”: Clinton

No es de extrañar, por tanto, que Hillary Clinton, quien en 2016 se convirtió en la primera mujer en obtener la candidatura a la presidencia de uno de los dos principales partidos políticos de EU y acarició la victoria en las elecciones ganadas por Trump, dedicará su intervención en la Convención Nacional Demócrata a que se rompa por fin esta barrera de cristal.

En un emotivo discurso y animada por unas encuestas que ponen por delante a Harris de cara a las elecciones del 5 de noviembre, Clinton proclamó: "Juntos hemos hecho muchas grietas al techo más alto y hoy estamos muy cerca por fin de romper el techo de cristal", que abrirá el camino para que una mujer sea presidenta de EU.

"Del otro lado de esas grietas, yo veo libertad, para tomar nuestras propias decisiones y para trabajar con dignidad y prosperidad", insistió.

"Algo está pasando en Estados Unidos. Se puede sentir. Algo en lo que llevamos trabajando, que hemos soñado, durante mucho tiempo", aseguró la exsecretaria de Estado, que abrió el camino a Harris para llevar a una mujer a la Casa Blanca por primera vez.

Clinton dijo que el final de ese sueño de que una mujer sea presidenta de Estados Unidos es ver a Harris alzando la mano para hacer el juramento en la investidura presidencial si finalmente se impone en los comicios de noviembre.

Pero igual de importante que el discurso de Clinton desde el “establishment”, lo fue el de la cara más visible del sector izquierdista del Partido Demócrata, esencial para mostrar unidad entorno a la candidatura de Harris y atraer el voto progresista.

El guiño izquierdista de AOC

La congresista hispana Alexandria Ocasio-Cortez aceptó apoyar públicamente la candidatura de Harris, durante otro apasionado discurso en el primer día de la convención demócrata donde la calificó como “la candidata para la gente".

El espaldarazo de AOC, como es conocida por sus siglas, quien inició su carrera política como una figura crítica de la élite demócrata, da de esta manera un impulso decisivo desde el ala más a la izquierda del partido a la candidatura de Harris.

En las elecciones de 2020, la congresista de Nueva York dio su apoyo al senador e ícono progresista Bernie Sanders, en una intervención para la que el Comité Nacional Demócrata solo destinó escasos 60 segundos. Cuatro años después, Ocasio fue presentada en horario estelar en un discurso que se extendió por casi 10 minutos,

“La candidatura de la vicepresidenta permite al partido elegir un nuevo camino por y para el pueblo", declaró Ocasio, quien animó a la clase media y trabajadora a votar por Harris asegurando que es una candidata que le “planta cara a la élite económica del país”.

“Trump descubrirá el poder de las mujeres”: Biden

Y no podía faltar la intervención de Biden, cuya elección de Harris como compañera de fórmula la convirtió en la primera vicepresidenta de la historia de EU.

"¡Trump descubrirá el poder de las mujeres en 2024!", declaró Biden, provocando una ovación estruendosa en el estadio de los Chicago Bulls donde se celebra la convención demócrata.

El presidente estadounidense aseguró que la decisión de elegir a Harris como su vicepresidenta fue "la mejor" de su carrera.

"Ella es dura e inteligente", aseguró Biden, que hace un mes renunció a la reelección y apoyó a Harris, que será coronada como candidata del partido el jueves.

Biden aseguró que si Harris se convierte en la primera mujer negra y de ascendencia del sur de Asia en presidenta de EU sería un ejemplo para todas las "mujeres jóvenes de que pueden hacer lo que se propongan".

Pero los mensajes optimistas de Clinton, Ocasio y Biden caerán en saco roto si los votantes no responden en las elecciones de noviembre.

Resistencia de los hombres jóvenes

Según un reciente estudio, sólo el 51% de los encuestados declaró que Estados Unidos está preparado para una mujer presidente. Aunque apenas el 23% de los estadounidenses considera que las mujeres no están preparadas, también es cierto que existe un gran porcentaje de indecisos, lo que refleja una resistencia (ampliamente superada en México, que ya hizo historia con la elección de su primera mujer presidenta, Claudia Sheinbaum).

En una encuesta realizada entre el 22 y el 24 de julio, la revista Time señaló que Harris tiene una ventaja de 14 puntos entre las probables votantes femeninas, mientras que Trump cuenta con una ventaja de 23 puntos en hombres. Esto alargaría la brecha de género hasta los 39 puntos entre ambos candidatos.

Si ponemos estas cifras en contexto y las comparamos con las pasadas elecciones presidenciales, los datos son más preocupantes. En el encuentro con las urnas de 2016, la National Broadcasting Company (NBC) afirmó que la brecha de género era de 24 puntos; y que en las elecciones de 2020 era de 23.

Estos datos presentarían un escenario que no se había visto desde hace dos décadas: que los republicanos se lleven la victoria del voto de los hombres jóvenes, mientras que los demócratas se vean más apoyados por las mujeres, tanto jóvenes como maduras.

Según los expertos, esta brecha ha aumentado en las elecciones de 2024 porque está calando entre los hombres jóvenes el “feminismo radical” que denuncian los conservadores y sus medios afines, mientras las mujeres se sienten agredidas con las políticas antiabortistas que defienden los gobernadores republicanos, así como las denuncian sexuales de mujeres contra el candidato Trump.