Rusia amenazó este jueves a la vecina Finlandia inmediatamente después de que el país escandinavo —conocido por su no alineamiento y neutralidad geopolítica— anunciara su ingreso por la vía urgente en la OTAN, tras el ver el comportamiento de las tropas del Kremlin en Ucrania.
"Rusia se verá obligada a adoptar medidas de respuesta tanto técnico-militares como de otra clase con el fin de contrarrestar las amenazas que han surgido para su seguridad nacional", informó el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado, horas después de que la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, revelara que pedirá la adhesión “cuanto antes”.
Para dar mayor relevancia, la primera ministra hizo el trascendental anuncio junto al jefe de Estado de Finlandia, Sauli Niinistö.
El ingreso finlandés se formalizará muy probablemente en la cumbre aliada de junio en Madrid, al igual que el de la vecina Suecia, si se confirma que también solicitará su ingreso la próxima semana, según el diario de Estocolmo Expressen.
La opinión pública tanto en Finlandia como en la vecina Suecia ha dado un vuelco espectacular en poco más de dos meses y medio, el tiempo transcurrido desde la invasión rusa en Ucrania, al pasar de un rechazo generalizado a la OTAN a presionar a sus respectivos gobiernos para que ingresen cuanto antes en la organización militar occidental.
“El ingreso de Finlandia será recibido calurosamente en la OTAN y su proceso será fluido y rápido”, declaró el secretario general de la Alianza Atlántica, Jan Stoltemberg.
Frontera el doble de larga
Cuando se concrete el ingreso de Finlandia duplicaría la frontera rusa con la Alianza Atlántica.
Rusia, que comparte unos 1,300 kilómetros de frontera con el país escandinavo, tiene frontera terrestre con la OTAN en Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, todos ellos países que pertenecieron al extinto Pacto de Varsovia (la respuesta de la URSS a la OTAN), así como con Noruega (de donde es Stoltenberg). En el otro extremo del mundo, en el estrecho de Bering, Rusia comparte 49 kilómetros de frontera marítima con Estados Unidos.
En el caso de Suecia, que no comparte frontera con Rusia, su entrada en la OTAN supondría que la alianza creada por Washington controlaría la salida del mar Báltico, paso de la flota rusa hacia el océano Atlántico, a través de la estratégica isla de Gotland.
Jarro de agua fría
No por esperado, el anuncio dejó de ser un jarro de agua fría para Moscú, que siempre había mantenido una relación privilegiada con el país escandinavo después de la Guerra de Invierno que ambos protagonizaron entre 1939 y 1940.
La segunda ciudad rusa, San Petersburgo, se encuentra a sólo 200 kilómetros de Finlandia, a lo que hay que sumar también la cercanía de la frontera del puerto de Severomorsk (mar de Barents), la base de la Flota rusa del Norte.
De amigo a enemigo
Moscú considera que el anuncio de los dirigentes finlandeses supone un "cambio radical de la política exterior de ese país".
"En Helsinki deben tener en cuenta la responsabilidad y las consecuencias de dicho paso. El ingreso de Finlandia en la OTAN causará un grave daño a las relaciones bilaterales y al mantenimiento de la estabilidad y seguridad en la región del norte de Europa", subrayó Exteriores.
Rusia se pregunta "para qué Finlandia convertirá su territorio en la frontera del antagonismo militar con la Federación Rusa".
Durante muchos años el no alineamiento militar del país escandinavo sirvió de base para una cooperación entre ambos países, "en la que el papel del factor militar se redujo a cero", recuerda la nota.
Y lamenta que ni las promesas de Rusia sobre la ausencia de "cualquier intención hostil" ni la larga historia de relaciones de buena vecindad y cooperación mutuamente beneficiosa "convencieron a Helsinki sobre las ventajas del mantenimiento de la política de no alineamiento militar".
"Todos estos serán elementos para un análisis especial y para que se elaboren las medidas necesarias para equilibrar la situación y garantizar nuestra seguridad", dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, en su rueda de prensa telefónica diaria.
¿Despliegue nuclear?
Preguntado sobre cuál podría ser la respuesta de Rusia a la adhesión de Finlandia, contestó: "Todo dependerá de cómo se manifieste la ulterior ampliación, de cuánto se acerque la infraestructura militar hacia nuestras fronteras".
Se desconoce también cuáles serán las medidas "técnico-militares" que Moscú adopte, aunque el Kremlin ya sugirió al inicio de la invasión que desplegaría misiles nucleares hacia la península Escandinava, si Finlandia y Suecia se incorporan a la OTAN.
Con la intervención en Ucrania y la alianza militar con Bielorrusia y Armenia (Cáucaso), Rusia logra que la OTAN se aleje por su flanco sur.
Sin embargo, está alentando la creación de un nuevo flanco “antirruso”, ya que varios de sus vecinos se sienten ahora amenazados por Moscú, desde Georgia a Moldavia, y los países bálticos y escandinavos, que buscan ahora la protección de la OTAN.
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