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Familiares de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, en el año 2014, marcharon junto a miles de personas en la avenida Paseo de la Reforma, para exigir que se descubra la verdad sobre el destino de los jóvenes que viajaban en cuatro autobuses con destino hacia Ayotzinapa, que después de ser aparentemente detenidos, desaparecieron.
Desde las dos de la tarde, manifestantes arribaron en camiones a la calle de Florencia y emprender su camino hacia la Plaza de la Constitución. Una vez que los padres llegaron al Ángel de la Independencia, encabezaron el recorrido y detrás de ellos los estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, donde estudiaban los ahora desaparecidos.
Simpatizantes, personal de Derechos Humanos Internacionales y de la Ciudad de México, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el grupo “Los Macheteros de Atenco” y diversos contingentes en busca de la transparencia de las investigaciones caminaron detrás de los camiones que enunciaban los reclamos hacia “el Gobierno que resulte responsable”.
Noventa visitadores y visitadoras de la Comisión de Derechos Humanos acompañaron a la movilización.
En el Antimonumento en memoria de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ubicado en Paseo de la Reforma, los padres manifestantes pasaron lista a los jóvenes, bajo la memoria “presentación con vida”. Ahí, levantaron un memorial con fotografías que rápidamente se mojó por la lluvia, pero no dejaron de gritar las súplicas para que se les informaran los indicios del paradero de sus hijos.
El avance de la manifestación sufrió diversos retrasos a causa de la lluvia intensa en la metrópoli, aunque eso no impidió a que avanzaran lentamente por Reforma.
Al grito de “¡Gobierno mentiroso, fue el ejército, son unos corruptos!”, los manifestantes arribaron a la Glorieta de los Desaparecidos, donde se detuvieron para enunciar sus peticiones.
“Hoy, al cumplirse 10 años, queremos decirles que tenemos la herida abierta. En las reuniones con el presidente Andrés Manuel López Obrador le hemos dicho que estamos enojados, que estamos tristes, que nos da mucho coraje que no nos haya cumplido. Él prometió que realizaría una investigación con castigo a los culpables. Dijo que si el Ejército estaba involucrado iba a ser castigado, pero no fue así. Todo lo contrario, y cuando se sabe que sí es culpable”, expresó Magdalena Maestro Olivares, madre de Antonio Santana, uno de los 43 estudiantes.
“Fue el Estado, son unos corruptos ¿Dónde están nuestros hijos? Está en su conciencia ¿Cómo es posible que desaparezcan?”, se leía en los carteles.
Aunque los simpatizantes caminaron acompañados de música, batucada y sin alterar el orden, el llamado "bloque negro" arribó para realizar destrozos en los espacios públicos, banquetas, estaciones de transporte público, cristales de negocios y automóviles; inclusive, un tren de la Línea 3 del Metro fue vandalizado en su totalidad por este contingente.
Los encapuchados también realizaron pintas condenando el hecho que ocurrió hace 10 años, acompañado de cohetones; con mazos y martillos las puertas y fachadas de varios edificios sufrieron graves daños.
“El bloque negro” ingresó a un hotel e intentó quemar el lobby del recinto, al mismo tiempo, destruyeron una cafetería, sin que se reportaran personas lesionadas.
Al anochecer arribaron al Zócalo capitalino; previo a su entrada, en la calle Cinco de Mayo, se colocaron grandes bloques de cemento que impedían el paso de los camiones con el equipo de audio que utilizarían los padres para dar su discurso arriba de los templetes en la Plaza de la Constitución.
Los contingentes tuvieron que dispersarse para pasar por los pequeños espacios que dejaron entre las cercas de más de cuatro metros de altura. Mientras caminaban, exigieron el esclarecimiento de los hechos y castigo a los responsables intelectuales y materiales de la desaparición. “¡Ya vamos llegando y el Gobierno está temblando!”.
En el Zócalo, un grupo de estudiantes universitarios pintaron una tortuga de color plateado con la leyenda “viven Ayotzinapa”. Ese animal es el símbolo por la justicia del esclarecimiento del caso.
“26 de septiembre no se olvida, es de lucha combativa. Al inicio de esta investigación hubo voluntad, se creó un mecanismo para dar justicia a las madres y padres, se creó la Comisión para la Verdad, tuvimos avances hasta el año 2022, pero cuando empezó a tocar al Ejército mexicano, cuando las pesquisas dijeron que el Ejército había infiltrado la normal; imagínense, un ejército infiltrando una escuela, ¿Cuál es el papel de un Ejército que se dice patriota, espiarla, hacer reportes? Cuando tenemos una crisis humanitaria en México de desaparición forzada”, reclamó uno de los padres.
“Nuestro país se desangra por la violencia y los militares en convivencia con los grupos delictivos”, añadió.
“No podemos detenernos, nos falta un hijo al cual estamos buscando. Presidente Andrés Manuel, traicionó la confianza que como padres pusimos y dio la espada al caso Ayotzinapa por proteger al Ejército, pasará como cómplice de aquellas personas; recordarle que el que encubre o entorpece las investigaciones, es cómplice de la desaparición forzada”.
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