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Jorge Kahwagi Gastine, presidente de Grupo Crónica, habla del valor de la unión familiar, del aporte de las mujeres como buenos seres humanos, capaces de dirigir a una nación, de la crítica y la libertad.

La familia, “arma poderosa contra cualquier problema en el país”…

Entrevista a Don Jorge Kahwagi Gastine luego de los Premios Crónica — ¿Dónde está Sonja?, ¿dónde está Layla?, ¿dónde está Fernando?, ¿y mis nietos?... La mirada de don Jorge Kahwagi Gastine se extravía por todos lados, en busca de los seres amados. “Son mis motores”, dirá después.

La entrevista se retrasa unos minutos, porque el presidente del Consejo de Administración de este Grupo Editorial quiere estrechar a todos los integrantes de su familia, quienes han llegado para acompañarlo en la entrega de los Premios Crónica.

-Otra foto con mis hijas, con mis nietos -le pide con ilusión primeriza al reportero gráfico, como si quisiera eternizar el momento sutil de los abrazos.

-Si quieres ya vámonos, abuelo -le susurra Fernando Marón Kahwagi, vicepresidente de este diario.

-Me voy a quedar un rato más, no te preocupes -le responde él, en un intento por alargar lo más posible esta mañana de regocijo, al lado de científicos, promotores culturales y académicos notables, entregados a las mejores causas del país.

-Qué afortunados somos de tener una familia -dice al fin don Jorge, ya en diálogo con este reportero-. Y yo soy un afortunado al triple…

-¿Por qué?

-Porque tengo tres familias: la familia formada con Sonja, mi esposa, mi hijo, mis hijas y mis nietos; la formada con todos mis colaboradores, en Crónica y en los demás proyectos que hemos emprendido; y la formada con estos seres brillantes y talentosos, galardonados en los 14 años del Premio Crónica. La familia nos arropa, nos cuida, nos inspira.

-Y que falta hace refrendar el valor que tiene la familia en estos tiempos difíciles -se le comenta.

-Hemos sido un país que históricamente le ha dado un gran valor a la familia, el respeto a los padres y abuelos ha sido piedra angular de nuestras relaciones. Y eso no debe perderse jamás. La familia es un arma poderosa en contra de cualquier problema en el país. Ahora más que nunca se necesitan familias fuertes, unidas, que sirvan de guía a los que vienen atrás: a los hijos y nietos.

Kahwagi Gastine se describe como un hombre satisfecho y feliz. “Mi hijo, mis dos hijas, son seres de bien, gente de trabajo, de esfuerzo, de lucha diaria, exitosos en todo lo que hacen y, sobre todo, con una gran visión social. Y ahí vienen los nietos, empujando, sin perder el piso. Sí, soy un hombre feliz. Pero nada de esto se habría logrado sin un pilar insustituible en mi vida”.

-¿Quién?

-Mi esposa Sonja, un baluarte para mí. Tengo una compañera que ha sido el corazón de la unión familiar, que ha sido una voz de aliento, un faro. Ella siempre está presente. Esta vez no pudo venir a los Premios, pero nos sigue y nos empuja. Es una mujer extraordinaria, exitosa en la construcción de una familia que no se vence nunca, pero también exitosa como empresaria.

-La fuerza histórica de las mujeres…

-Sí, ella ha sido soporte de la vida familiar, pero también una artista y creadora extraordinaria. Deberías de ver las creaciones que hace, es una diseñadora de primer nivel.

-¿Cuántas mujeres luminosas no están detrás, por ejemplo, de la llegada al poder Ejecutivo de una mujer?

-Es un gran avance, aunque no estoy muy de acuerdo con eso de reconocer a una persona sólo por su género. En México nos debemos sentir orgullosos de que llegue a la Presidencia una mujer, pero no simplemente por ser mujer, sino por su excelencia como ser humano, por su capacidad de liderazgo y de diálogo, por su habilidad para resolver los problemas. Esas son las expectativas que tenemos.

-¿Cómo está Grupo Crónica para afrontar esta nueva coyuntura?

-En el grupo estamos muy despiertos, muy atentos para mandar los mensajes que el país necesita. Ya lo hemos dicho: nuestra línea editorial es México. Y para cualquier cosa en beneficio colectivo, ahí estaremos. Nos alegramos de su llegada, ella tiene su propio concepto de país. Y nosotros estamos listos para ayudar a que México llegue a buen puerto. Es una persona que tiene maestría, doctorado, que se ha preparado para ser líder.

-Se le ha descrito también como científica…

-Sí, científica. La presidenta Sheinbaum envió a los Premios a un representante (Alfonso Brito, jefe de Vinculación e Información) y, por medio de él, nos transmitió un mensaje de aliento, de felicitación. Quiere decir que tiene una visión positiva de lo que estamos haciendo al reconocer a lo mejor de la ciencia, el arte, la academia, la educación y la cultura, de que somos un periódico jugando el papel que nos corresponde, siempre del lado de la sociedad.

-¿Cuál diría que hoy es el principal reto del país?

-No podemos cerrar los ojos ante las carencias y necesidades que tienen muchos mexicanos. Si no participamos todos los actores con optimismo, nos seguiremos atrasando en ese pendiente. Eso es lo que hacen los premiados todos los días: apostar por el conocimiento, por la información y por la educación en beneficio de la comunidad. Debemos hacer un frente común en contra de la desigualdad o, mejor dicho, a favor de la igualdad de oportunidades, en todos los ámbitos de la vida pública. Crónica seguirá en ese camino.

-Contagia la generosidad de los premiados: hablan de su pasión por enseñar, por compartir con otros sus grandes hallazgos, por instruir a los jóvenes y a los niños…

-Los Premios Crónica se han convertido en una plataforma para transmitir mensajes positivos, una plataforma solidaria, de gran interés por el otro. Las personas más brillantes, son las más generosas. Es un espacio de ideas, de propuestas, pero también de crítica, sin censura. Ya vimos cómo algunos de los premiados envían mensajes a los políticos.

-¿Un espacio de libertad plena?

-Hay una gran diversidad de criterios y en Crónica le damos voz a todos, no tenemos ningún filtro a manifestaciones libres, modernas, liberales. Cada cual dice lo que quiere y como lo quiere, y esa es nuestra bandera.

Ahí está Sonja, Layla, Jorge, Fernando, Bernardo y los demás motores.

Ahí está Sonja, la compañera y creadora incansable.

Ahí está la familia, las familias. Las tres.

Ahí está el abuelo, con el anhelo de una foto más, de un abrazo más, alimento del corazón…