La Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que el hijo del Chapo Guzmán, Joaquín Guzmán López si está relacionado directamente con el secuestro-- y posterior traslado a una prisión de Estados Unidos-- de Ismael el Mayo Zambada, así como con el homicidio del ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda, ejecutado en una finca a las afueras de Culiacán, Sinaloa a finales de julio pasado.
“Se logró un avance sustancial en la investigación del secuestro de Ismael “Z”; del homicidio del doctor Héctor “N”; así como de la desaparición forzada de varias personas más; en lo cual se encuentra vinculado directamente Joaquín “G”, informó la FGR.
La dependencia confirmó que Melesio Cuén Ojeda, sí fue asesinado en el mismo domicilio donde se encontraba el líder del cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada, y donde fue secuestrado por el “Chapito” Guzmán López.
Detalló que en una finca ubicada en Huertos del Pedregal, Culiacán, fueron hallados indicios hemáticos o rastros de sangre, que al ser examinados “con toda precisión”, por las unidades periciales federales, corresponden al exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Héctor Melesio Cuén.
Con ello —agrega—se ratifica la información previamente obtenida, de que en el lugar del secuestro se encontraba Melesio Cuén y que sus huellas de sangre corresponden al tiempo en el que las autoridades federales tiene establecido el momento de su homicidio, el cual ocurrió muchas horas antes del montaje que se realizó para tratar de asegurar que el ex rector de la universidad de Sinaloa fue atacado durante un asalto en una gasolinera.
De hecho, también se confirmó que la camioneta que se utilizó para realizar el “montaje” de que el ex rector fue asesinado en una gasolinera, se localizaron huellas de sangre de Rodolfo Chaidez Mendoza, quien actualmente está desaparecido y que es integrante del equipo de seguridad de El Mayo Zambada.
La FGR también, se obtuvo un video claro y preciso de lo confesado por el chofer del doctor Héctor “N”, quien niega lo que él mismo había declarado previamente ante autoridades locales, respecto a diversos momentos de la desaparición y muerte del doctor mencionado.
Todo lo anterior ratifica las investigaciones ministeriales y policiacas que determinaron las presuntas responsabilidades penales y administrativas de policías, ministerios públicos, peritos y personal diverso de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, quienes ya han sido investigados exhaustivamente respecto a su participación en el caso de la muerte de Héctor “N”.