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En un contexto de creciente tensión, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha emitido un pronunciamiento urgente, señalando la grave situación que atraviesan las comunidades zapatistas en Chiapas. A través de un comunicado, el EZLN destacó que la comunidad de Palestina ha intensificado las amenazas contra los habitantes del poblado Zapatista “6 de octubre”, incluyendo ataques con armas de fuego, violaciones, quema de viviendas y robo de cosechas y ganado, acciones que buscan despojarlos de las tierras que han trabajado pacíficamente por más de tres décadas.
El comunicado revela que la comunidad de Palestina está bajo presión del crimen organizado, que se ha aliado con distintos niveles de gobierno para legalizar el despojo de tierras que históricamente pertenecen a los pueblos zapatistas. Esta colaboración entre criminales y autoridades gubernamentales no es nueva; el EZLN ya había denunciado en 2021 los vínculos entre el gobierno de Chiapas y los cárteles de la droga, advirtiendo sobre el aumento del narcoparamilitarismo en la región.
La situación en Chiapas, descrita como un “campo de guerra civil” por el EZLN, refleja una realidad alarmante: la violencia no solo ha afectado a las comunidades zapatistas, sino que también se ha extendido a otras partes del país, donde la narco-guerra ha dejado un saldo de muerte y desolación. En este sentido, el EZLN sostiene que la gestión del conflicto por parte del gobierno se ha traducido en un despojo territorial, una constante criminalización de la resistencia y una justificación del uso excesivo de la fuerza militar.
La comunidad zapatista, que emergió en 1994 para luchar por sus derechos y autonomía, se enfrenta hoy a un recrudecimiento de las agresiones. “La guerra del narco, que ensangrentó la frontera norte de México, ahora avanza hacia el sureste”, señala el pronunciamiento, enfatizando la amenaza que representan los intereses criminales extractivistas y contrainsurgentes que buscan reconfigurar el territorio zapatista en favor de grupos delictivos.
El Subcomandante Moisés, en su mensaje, alertó sobre la gravedad de la situación, que ha llevado a los zapatistas a suspender las comunicaciones y contemplar la cancelación de encuentros previamente anunciados. Este clima de incertidumbre y miedo ha llevado a los pueblos a elevar su voz, haciendo un llamado a la comunidad nacional e internacional para que se pronuncien en contra de estas agresiones y exijan la protección de sus derechos.
En respuesta a esta crisis, los firmantes del pronunciamiento hacen un llamado a la solidaridad y la acción, instando a quienes valoran la dignidad y la rebeldía a denunciar lo que está ocurriendo. Exigen al gobierno mexicano y al gobierno de Chiapas que detengan las agresiones, desmantelen el apoyo a grupos narcoparamilitares y reconsideren su estrategia de militarización.