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La Delegación de la Unión Europea en México, junto con los Jefes de Misión de las Embajadas de los Estados Miembros de la Unión Europea, así como la Embajadora de Noruega y el Embajador de Suiza en México, han emitido un comunicado en el que condena enérgicamente el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, sacerdote y defensor indígena de los derechos humanos. Este trágico suceso ocurrió en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, cuando una persona armada disparó contra su vehículo.
En el comunicado, la Unión Europea expresó su profunda solidaridad con la familia, amigos y la Diócesis de Chiapas, subrayando la importante labor del padre Pérez en la defensa de la paz y la justicia en la región. Desde 2015, el padre Marcelo había sido beneficiario de medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), debido a las amenazas que enfrentaba por su trabajo en pro de los derechos de las comunidades indígenas.
El asesinato del padre Pérez destaca el alarmante clima de violencia e intimidación que enfrentan muchos defensores de derechos humanos en México. La Unión Europea instó a las autoridades competentes a crear entornos seguros que permitan a los defensores ejercer su labor sin temor a represalias. “Es crucial evitar la creación de ‘zonas de silencio’ donde los defensores y periodistas se vean obligados a renunciar a su trabajo”, señala el comunicado.
Además, la Delegación de la Unión Europea manifestó su preocupación por el alto nivel de impunidad en los casos de asesinatos de defensores y periodistas en México, reiterando la necesidad de identificar y juzgar a los responsables, tanto materiales como intelectuales. La Unión Europea también reconoció los esfuerzos del gobierno mexicano para esclarecer casos recientes y prevenir nuevos crímenes, pero enfatizó la importancia de una acción decisiva para combatir la impunidad.
La Delegación finalizó su comunicado reafirmando su compromiso de seguir apoyando a México a través de acciones de cooperación que promuevan la protección de los derechos humanos y el fortalecimiento de los servicios de procuración e impartición de justicia. El asesinato del padre Marcelo Pérez es un recordatorio urgente de la necesidad de garantizar la seguridad de quienes arriesgan sus vidas en la defensa de la justicia y la paz en el país.