Este viernes se conmemora el primer aniversario del devastador huracán Otis, que el año pasado sorprendió al mundo, intensificandose de tormenta tropical a categoría 5 en menos de 12 horas, rompiendo récords en el Océano Pacífico. Este fenómeno natural no solo dejó a su paso casi 70 víctimas fatales, sino que también arrasó gran parte del puerto de Acapulco, destino turístico clave.
Entre los afectados se encuentra Anastacia Fierro, quien habitaba en el barrio Luces del Mar. La tormenta destruyó su hogar de madera y láminas, y, lo más doloroso, le arrebató a su hijo mayor, de 23 años. “No ha sido fácil seguir adelante. Aparentemente puedo estar bien, pero la verdad es que perder a un hijo es algo que nunca se supera. Lo extraño muchísimo”, compartió con un profundo pesar.
Impacto y pérdidas económicas
Otis se convirtió en el segundo huracán más costoso en la historia de México, con un impacto estimado de 39,343 millones de pesos (aproximadamente 1,985 millones de dólares), según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Solo el huracán Wilma, que golpeó en 2005, ha generado pérdidas mayores.
A pesar de los esfuerzos por la recuperación, Acapulco aún enfrenta un camino largo. La economía local ha comenzado a repuntar, con la rehabilitación de casas, hoteles y negocios. Anastacia, aunque reubicada, anhela la compañía de su hijo más que un nuevo hogar. “Todo se arruinó, y mi vida cambió por completo. Lo único que deseo es tenerlo de vuelta”, afirmó.
Con un año transcurrido, Anastacia todavía lucha por aceptar la tragedia. A veces, se engaña pensando que su hijo sigue trabajando y que algún día regresará para abrazarla. Mientras tanto, trata de reconstruir su vida junto a su otro hijo, su nuera y su nieto. Sin embargo, la falta de recursos, empleo y materiales hace que la reconstrucción sea una tarea monumental.
“Mi casa era de madera y láminas. Perdí todo: muebles, camas... todo se arruinó”, recuerda con tristeza.
El golpe del huracán John
La naturaleza no ha dado tregua. En septiembre, Acapulco sufrió otro golpe con el huracán John, que dejó más de 20 muertos en Guerrero. Ante esta situación, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció su visita a Acapulco para informar sobre las acciones del gobierno tras la emergencia. “El domingo daremos una conferencia de prensa en Acapulco, donde abordaremos el trabajo realizado no solo por la emergencia de John, sino también por la recuperación de Otis”, indicó en una reciente conferencia.
La comunidad sigue lidiando con las secuelas de ambos ciclones. Freddy Martínez Pastrana, quien perdió su casa y a varios miembros de su familia en el huracán Otis, ha solicitado la demolición de su hogar. “Es necesario hacer muros de contención, pero la solicitud lleva un año y aún no se ha concretado”, lamenta.
Martínez comparte que regresar a esa área le provoca recuerdos dolorosos. “El temor siempre va a estar presente. El huracán fue devastador y aún escuchamos de tormentas; la psicosis nos persigue”, concluyó.
(Con información de EFE)