La posibilidad de que Rosario Piedra Ibarra se mantenga al frente de la CNDH se diluye cada vez más pues hay un creciente rechazo al interior de la bancada de Morena contra su reelección por lo cual se perfila que la actual ombudsperson no sea parte de la terna final que se presentará la próxima semana de la cual saldrá el o la nueva titular de ese organismo.
Por ahora todo apunta a que la terna para presidir la CNDH la integrarán: Paulina Hernández, abogada y maestra en Derecho Constitucional, Jesús González Schmal, abogado y Nashielli Ramírez, ombudsperson de la Ciudad de México.
Se espera que la terna definitiva de donde saldrá el o la presidenta de la CNDH sea presentada la próxima semana en el Senado.
Senadores del oficialismo consultados, afirmaron que el 80 por ciento de ellos tiene tomada una decisión de quién no debe estar en esa terna y es la actual titular de la CNDH, quien en consecuencia no será reelecta.
Aseguraron que su comparecencia del viernes pasado ante las comisiones unidas de Derechos Humanos y Justicia para fundamentar la idoneidad de su postulación, fue un desastre pues mostró total desconocimiento de la materia.
Incluso, un senador comentó que la titular de la CNDH, “no se dejó ayudar”.
Al interior de la bancada de Morena hay muchas voces que se oponen a la reelección de Piedra Ibarra, según la han hecho saber al presidente de la Comisión de Justicia, el morenista Javier Corral, relataron las fuentes consultadas.
La comparecencia de Piedra Ibarra ante miembros de las comisiones de Derechos Humanos y de Justicia como parte del proceso para la elección de la presidencia de la CNDH, fue ríspida y por momentos dura por parte del panista Ricardo Anaya quien la acusó de llegar a ese cargo de manera fraudulenta en el 2019 donde no se alcanzó la mayoría calificada en el Senado pero aún así la impusieron.
Pero las críticas le llovieron entre la oposición por su defensa de la militarización, por no ejercer su facultad de interponer recursos de inconstitucionalidad contra esa medida o ahora contra la reforma al poder judicial y sobre todo por negar que hay desapariciones forzadas y que no se violan los derechos humanos en México.
“En México no se violan derechos humanos, no se tortura ni hay desapariciones forzadas”, aseguró lo que le valió una lluvia de críticas de la oposición en el Senado.