Han pasado 16 años del fatal accidente en el que perdió la vida Juan Camilo Mouriño, exsecretario de Gobernación en el gobierno del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, así como otros funcionarios del Gobierno Federal que regresaban de una gira por San Luis Potosí y aún sigue presente ese fatal 4 de noviembre del 2018.
La trágica tarde-noche involucró a un Learjet 45, aeronave que cayó sobre la calle Ferrocarril de Cuernavaca, en la colonia Lomas de Chapultepec de la Alcaldía Miguel Hidalgo.
De acuerdo con las investigaciones del accidente, se concluyó que el siniestro ocurrió por la negligencia de uno de los pilotos que no respetó las instrucciones desde la torre de control.
Las indagatorias de la National Transportation Safety Board (NTSB), organización independiente del Gobierno de Estados Unidos que se dedica a la investigación de accidentes de aviación civil, concluyeron que los pilotos conducían a una velocidad excesiva y por está razón se acercó demasiado a un Boeing 767, que venía de Argentina y que iba delante de ellos en el corredor del tráfico aéreo.
El piloto Martín Oliva, de 39 años, perdió el control de la aeronave luego de que ésta quedara atrapada en la estela de turbulencia producida por el Boeing 767, según la indagatoria.
Al momento del fatal accidente, el expresidente Calderón se encontraba en Jalisco, donde fue informado de lo ocurrido. El exmandatario se levantó de su lugar y se llevó las manos a la cara, esto de acuerdo con lo informado y tras las versiones que circularon de testigos que señalaron que el desplome de la aeronave se debió a un accidente y no a un atentado por parte del crimen organizado.
La información de la que hicieron eco los medios nacionales internacionales de aquel 4 de noviembre, recuerdan que era clara ver una columna de humo sobre una de las avenidas más importantes de la Ciudad de México, lo que llamó la atención de propios y extraños cuando el reloj marcaba las 18:40 horas de esa tarde.
A partir de ese momento comenzó a circular la noticia de que un avión había caído en Lomas de Chapultepec, pero en unos minutos se supo que los tripulantes de la aeronave eran funcionarios de alto nivel del Gobierno Federal.
Todos los medios se congregaron cerca del sitio de la catástrofe para conocer lo ocurrido y quiénes eran los ocupantes, por lo que en cuestión de minutos arribaron al sitio periodistas. Los primeros reportes señalaron que había al menos cinco vehículos incendiados y 40 personas lesionadas.
A bordo de la aeronave además de Juan Camilo Mouriño, en ese entonces de 37 años, iban ocho personas más, entre ellas José Luis Santiago Vasconcelos, titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). Miguel Monterrubio Cubas, director de Comunicación de la Segob, Arcadio Echeverría Lanz, director de Relaciones Públicas; Norma Angélica Díaz Aguiñaga, subdirectora de Comunicación Social de la Segob; Julio César Ramírez Dávalos, jefe de ayudantes; Gisely Edenise Carrillo Pereira, sobrecargo; Álvaro Sánchez Jiménez, copiloto y Martín de Jesús Oliva, piloto.