El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha iniciado su proceso de liquidación oficial tras perder su registro como partido político en las elecciones federales de 2024. A través de un aviso publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el Instituto Nacional Electoral (INE) detalló las bases para llevar a cabo este proceso, que será supervisado por el interventor Ricardo Badin Sucar.
En primer lugar, el PRD no alcanzó el umbral mínimo de votos (3%) en las elecciones del 2 de junio de 2024, lo que activó el procedimiento legal que culmina con su liquidación. La pérdida de registro fue formalizada el 19 de septiembre de 2024, cuando el Consejo General del INE dictaminó que el partido había quedado fuera del sistema político electoral mexicano. Con esto, el PRD dejó de existir como una entidad política legalmente registrada, y comenzó su proceso de liquidación.
Ricardo Badin Sucar, designado como interventor, será el encargado de gestionar los recursos y bienes del partido, comenzando con los saldos en cuentas bancarias y propiedades inmuebles. El interventor tiene la obligación de cubrir primero los adeudos laborales con los trabajadores del partido, seguidos de las deudas fiscales y sanciones impuestas por el INE. En caso de existir remanentes, estos se destinarán a las autoridades correspondientes, como el INE o los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE).
El proceso de liquidación se realizará en varias etapas, con un enfoque específico en la distribución de bienes. Los recursos financieros del PRD, tanto a nivel nacional como local, se distribuirán según las bases establecidas por el INE. Los saldos remanentes de las cuentas bancarias, si existieran, se transferirán a la Tesorería de la Federación o a las tesorerías de los estados correspondientes. En el caso de bienes inmuebles, el interventor gestionará su transferencia al INE, que, a su vez, los entregará al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), encargado de determinar su destino final.
Además, el PRD había mantenido registros a nivel local en diversas entidades federativas, por lo que los bienes de estos comités se transferirán a los nuevos partidos locales que hayan obtenido su registro. Este procedimiento está regulado por lineamientos específicos que garantizan que los recursos sean utilizados exclusivamente para cubrir las deudas transferidas, y cualquier remanente podría ser destinado a las actividades ordinarias de esos nuevos partidos.
El proceso de liquidación del PRD marca el fin de un partido que, durante décadas, fue una fuerza política clave en el país. Fundado en 1989, el PRD jugó un papel fundamental en la política mexicana, pero su debilidad electoral en los últimos años llevó a su desaparición formal. Ahora, con la intervención del INE y la supervisión del interventor, se espera que el proceso de liquidación sea llevado a cabo de acuerdo con las normativas legales vigentes, asegurando la correcta distribución de los bienes y el pago de deudas pendientes.