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El Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA) ha destacado que, a pesar de los compromisos asumidos por el gobierno mexicano en relación con la lucha contra el cambio climático, existen tareas pendientes que deben ser atendidas con urgencia para cumplir con los objetivos internacionales. En este contexto, la organización considera que uno de los pasos más importantes es dejar de depender de los combustibles fósiles, como el gas fósil y el petróleo, y avanzar hacia una transición energética que permita una reducción real de las emisiones de gases de efecto invernadero.
CEMDA participará en la COP29 de cambio climático que se celebra en Bakú, Azerbaiyán, del 11 al 22 de noviembre. En este evento internacional, la organización de la sociedad civil seguirá de cerca los avances del gobierno mexicano en el cumplimiento de sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), un compromiso tomado en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En este sentido, CEMDA observa que, aunque se han planteado metas ambiciosas, aún existen desafíos significativos para que México logre cumplir con sus compromisos.
Uno de los puntos críticos identificados por la organización es la necesidad de revisar y modificar los proyectos de extracción, distribución y quema de combustibles fósiles que actualmente están siendo impulsados por el gobierno. Según la organización, estos proyectos son incompatibles con las metas climáticas y dificultan la transición hacia un modelo energético más limpio y sostenible. El gobierno mexicano debe tomar medidas para redirigir sus políticas energéticas, con el fin de reducir la dependencia de fuentes de energía contaminantes y garantizar una reducción sustancial de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, CEMDA señala que el Estado mexicano debe asegurar que los recursos asignados para la mitigación y adaptación al cambio climático sean utilizados de manera efectiva. En este sentido, la organización destaca la importancia de destinar los fondos de los anexos transversales 15 y 16 a acciones que realmente impacten en la transición energética y en la adaptación de las comunidades más vulnerables al cambio climático. La asignación de estos recursos debe ir acompañada de políticas claras y medibles que aseguren que los compromisos nacionales se traduzcan en acciones concretas y efectivas.
Otro tema que la organización considera fundamental es la actualización y seguimiento de los planes nacionales de adaptación y mitigación, como el Programa Especial de Cambio Climático (PECC) y la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC). El gobierno mexicano debe implementar un monitoreo continuo y transparente de estos instrumentos para garantizar que se logren los avances necesarios en la reducción de las emisiones y en la adaptación de los ecosistemas y las comunidades.
En cuanto a las metas de energía renovable, enfatizan que el gobierno debe aumentar la participación de fuentes de energía limpia en el mix energético nacional. Si bien se ha planteado un aumento de la participación de las energías renovables del 32% al 45% para 2030, la organización subraya que este objetivo debe ser acompañado de una serie de medidas concretas, como la promoción de proyectos de energía renovable que respeten los derechos humanos y que cuenten con la participación activa de las comunidades afectadas.
La participación de CEMDA en la COP29 se centrará en el seguimiento de estos aspectos, en particular en lo relacionado con la mitigación de emisiones de metano. La organización participará en varios eventos relacionados con este gas de efecto invernadero, que es considerado mucho más potente que el CO2. Asimismo, ha señalado que, para avanzar hacia un modelo energético sostenible, es esencial que México no solo se comprometa a reducir las emisiones de metano, sino que también trabaje en la implementación de políticas públicas que favorezcan la transición hacia fuentes de energía limpias.