Actualmente, en Guerrero están desplegados 4,201 elementos del Ejército y 8,474 de la Guardia Nacional, según detalló Trevilla. Estos efectivos están realizando operativos para contener la violencia en la región.
“¿Qué es lo que han hecho? Han realizado operaciones”, explicó el secretario, dejando entrever la magnitud del despliegue y los esfuerzos de contención en zonas de alto riesgo.
La violencia en Guerrero se ha intensificado desde el 1 de octubre, fecha en que asumió la presidencia Claudia Sheinbaum. La semana pasada, el jueves, las autoridades encontraron en Chilpancingo, capital del estado, los cuerpos de 11 comerciantes en una camioneta abandonada.
Además, el 4 de noviembre, en Acapulco, una familia entera fue asesinada en su hogar, y el 24 de octubre, en Tecpan de Galeana, un enfrentamiento entre el Ejército y grupos delictivos dejó 19 muertos, incluyendo a dos policías.
Otro hecho ocurrió el 6 de octubre, cuando el alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, fue decapitado por un grupo criminal.
“Los Ardillos”, responsables de los ataques
La relación entre el asesinato de los comerciantes y del alcalde apunta a la responsabilidad de un mismo grupo criminal, conocido como “Los Ardillos”. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, confirmó esta sospecha, señalando que el mismo grupo estaría detrás de ambos actos.
En respuesta a esta ola de violencia, el secretario de la Defensa indicó que los militares han establecido bases de operaciones en puntos críticos como Tecpan, Quechultenango y Acapulco.
Estos operativos han logrado la detención de 55 personas, la destrucción de 673 plantíos de marihuana y la confiscación de cantidades significativas de drogas y armas, incluyendo 432 kilos de marihuana, 1.411 kilos de cocaína, 60 vehículos, 63 armas y 19.000 cartuchos.
“Seguimos coordinándonos y estableciendo puestos de mando permanentes en estas áreas críticas”, concluyó Trevilla, quien dejó claro que las operaciones continuarán en un esfuerzo por recuperar la seguridad en Guerrero.