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Falta de recursos permea las historias de dolor, como la de 12 obreros calcinados en una fundidora de acero, en Tlaxcala. Medio millón de accidentes de trabajo al año, reporta IMSS. “Si no te cuidas, es tu bronca”, dice trabajador.

Pese a tragedias, STPS disminuye 33.3 por ciento inspecciones laborales en el país...

Maquiladoras, Frontera Juárez Así de vacías quedaron las instalaciones de la Maquila Quality, que ensamblaba artículos electrónicos. La masiva emigración de empresas maquiladoras motivó la elaboración del programa de competitividad en apoyo al sector febril, que será anunciado y oficializado esta semana en Tijuana, Baja California, según lo informó el presidente de la Comisión Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación, Rolando González Barrón. (Archivo)

(Primera parte)

Dulce se secaba las lágrimas. “Una vida no se compra con dinero, buscamos justicia, que se cierre la empresa, porque ya van muchos muertos”, decía.

Leonardo Zaldívar Guarneros, su pareja, fue uno de los 12 obreros fallecidos la madrugada del 30 de octubre pasado, cuando se desplomó una olla hirviente de acero, dentro de las instalaciones de Grupo SIMEC, en Santa María Texcalac, Tlaxcala. Una treceava víctima: Mauricio, aún intenta rehuir a la muerte. De sobrevivir, enfrentará secuelas permanentes por quemaduras.

SIMEC es considerada una de las principales fundidoras de acero del país, por lo cual resulta más inexplicable su inseguridad operativa y la falta de inspección laboral por parte de la Secretaría del Trabajo, de acuerdo con testimonios de trabajadores brindados a Crónica.

Dulce también lo sabía: “No es la primera vez que hay muertos. SIMEC opera sin medidas de seguridad, eso me decía Leonardo. Él trabajaba ahí porque le daban 3 mil pesos libres, y le servían para ayudar a sus abuelos. Pero era externo, y no tenía prestaciones ni nada. Me contó que las máquinas eran viejas y a cada rato presentaban fallas. Todo lo arreglan por debajo del agua. ¿Cuántos muertos más se necesitan para que intervengan las autoridades?”.

Las recientes tragedias ocurridas en Tlaxcala y otras entidades de la República como Baja California -cuyos casos contaremos después- han encendido otra vez la alarma en torno a la inspección laboral en México.

Pese a los permanentes focos rojos y al dolor constante de trabajadores y sus familias, la STPS anunció una disminución del 33.3 por ciento en el número de inspecciones realizadas para 2024, en comparación con 2023. Funcionarios de la Dirección General de Inspección Federal del Trabajo consultados por este reportero lo atribuyeron a la falta de recursos, tanto presupuestarios como humanos.

Este diario corroboró el desplome en vigilancia al revisar el Programa de Inspección Laboral del Trabajo 2024, en el cual la dependencia informó de 48 mil acciones de inspección ejecutadas el año pasado, en las tres materias clave: seguridad y salud, capacitación y adiestramiento, así como condiciones generales de trabajo. Para este año, reconoció en el documento, la meta se redujo a 32 mil inspecciones.

Empresas Maquiladoras Desde junio del 2001, cerca de 545 empresas maquiladoras retiraron sus inversiones de México, para establecerse en países con mejores ventajas competitivas. Esta emigración redujo en México más de 160 mil puestos de trabajo. Dentro de esta cifra están los mexicanos que ensamblaban pianos en la maquilador Baldwin. (Archivo)

Los riesgos de trabajo registrados por el IMSS se han mantenido de 2018 a 2023 por arriba del medio millón al año. En sus anales, el Instituto incluye accidentes y enfermedades de trabajo, además de accidentes de trabajadores en el trayecto rumbo a sus fábricas o empresas. El año con mayor incidencia ha sido 2022, con casi 571 mil riesgos. En 2023 sumaron 508 mil 786 (354 mil 911 accidentes de trabajo, 11 mil 747 enfermedades de trabajo y 142 mil 128 accidentes en el trayecto).

Aunque tras la explosión en SIMEC han prevalecido las amenazas de la empresa y del sindicato charro en contra de trabajadores, fue posible hablar con algunos de ellos para conocer su realidad. Coincidieron en el deterioro de maquinaria, falta de equipo y capacitación, bajos salarios y subcontratación ilegal, entre otros puntos.

“Todos decimos lo mismo: si no te cuidas, es tu bronca, un descuido te cuesta la vida”, aseguró Luis, quien trabaja colando las tapas de los hornos.

“He trabajado en planta 1, donde ocurrió el accidente. Constantemente las ollas de fundición se dañan, se pican, por eso hay que rellenar con soldadura especial, y los químicos usados se vierten de forma manual”.

-¿Por qué es tan riesgoso trabajar en SIMEC?

-Porque no dan el material adecuado, además de que la planta ya es muy vieja y está en mal estado. Hay zonas muy calientes, flamables, y no tenemos ni extintores. Hace poco se prendió una máquina y la tuvimos que ahogar con pala y tierra; en otros puntos se usa mucha cal y es dañina; los gruistas deben subir varios metros de la estructura y lo hacen sin arnés.

Aquel 30 de octubre se rompió la base donde había sido colocada una olla de fundición para ser transportada por la grúa; el acero ardiente cayó sobre la cuadrilla de trabajadores y los calcinó...

“No entendemos por qué la empresa sigue abierta: además de insegura, contamina mucho por la fundición de chatarra, los gases de plomo y materiales pesados, lo que llaman colación. Por eso la mayor parte del trabajo se hace de noche, para burlar a las autoridades del medioambiente. No tenemos agua en la región, pero ahí es un tiradero de agua, que queda contaminada con residuos de metal”, contó Ángel, ingeniero con varios años en la compañía.

-¿Entonces no hay revisión?

-Qué va, ni de la Secretaría del Trabajo ni de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. El año pasado tuvimos una supuesta revisión, a muchos de los trabajadores se les puso a limpiar para taparle el ojo al macho. La revisión fue como siempre: al ahí se va, medio checan aquí, allá y vámonos. No son inspecciones a fondo. Por eso las tragedias.

-¿Constantes?

-Este mismo año hubo otro caso: en febrero murió otro compañero que estaba arreglando la tapa de una olla en planta 2, no tenían arnés, se cayó de una estructura y murió del golpe. No se diga los aplastamientos de pies o de manos. Hay algo que agrava la situación: la mayoría de los compañeros no son trabajadores de SIMEC y están desprotegidos.

-¿Entonces para quién trabajan?

-Son subcontratados por terceros y carecen de seguridad social. Pensamos que son del propio grupo y se usan para evadir impuestos y explotar a trabajadores. Hay gente de Mozzu, Maquinarias Petro, Interium, Meissen, Valesa y otras.

-¿Qué lleva a la gente a trabajar en una empresa con tantos riesgos?

-La necesidad. No hay opciones en la región. La mayoría son jóvenes de 18 a 35 años que provienen de pueblos cercanos: Texcalac, San Andrés, Terrenate, San Cosme. Los requisitos de ingreso son muy pocos. Y eso que los sueldos son bajos: entre mil 600 y mil 800 pesos a la semana. Los soldadores ganan un poco más: de 2 mil 500 a 3 mil.

Gilberto renunció poco antes de la desgracia. Laboró cuatro años en el área de acería: “No hay apoyo de la empresa ni del sindicato: empiezas a hacer ruido y te corren, es aguantar y callarse. Ahora salió a la luz, pero hay muertos a cada rato. Los pantalones, botas y camisolas que nos dan ya no sirven”.

-¿Te tocó alguna inspección?

-De todo el tiempo que estuve, me tocó ver a los inspectores sólo una vez, pero están comprados. Pasaban caminando, como en el patio de su casa.

-¿Qué fue lo más terrible que viviste ahí?

-También pude haber muerto. Me tocó una explosión en planta 2, donde no hay detectores de humo. Volaron láminas y herramientas, toda la fábrica se cimbró, pero por fortuna nadie perdió la vida.

“Hay empresas que aparentan formalidad: firman contratos con unos pocos de los trabajadores, los dan de alta en el IMSS, pero en general incumplen las regulaciones en materia laboral. Los accidentes vienen por la falta de equipos y capacitación, por el desdén en la identificación de riesgos y la violación a normas oficiales de seguridad y salud”, afirmó a Crónica Germán Reyes Gaytán, abogado laboral y especialista en el tema de inspección.

-¿Quiénes son las autoridades responsables?

-En materia de condiciones generales de trabajo hay responsabilidad de la Secretaría del Trabajo, por medio de la Dirección de Inspección Laboral, de las secretarías estatales y de autoridades locales. Pero en seguridad, higiene y capacitación, la responsable directa y única es la Secretaría federal.

De las 48 mil acciones de inspección de 2023, 10 mil se concentraron en seguridad y salud, según datos de la STPS. En esos rubros se documentaron más de 126 mil incumplimientos a diversas normas, en especial sobre protección de incendios, manejo y almacenamiento de materiales, mantenimiento de sistemas eléctricos, instalaciones y áreas de trabajo, equipo de protección personal y dispositivos de seguridad en maquinaria.

Pese a los incumplimientos desbordados, la Secretaría sólo determinó la limitación de operaciones y/o restricción de acceso al centro de trabajo en 24 casos; al final del año, en la mitad (12) ya se habían levantado las medidas precautorias.

“No hay dinero que valga la vida de Leo. Quiero justicia”, repetía Dulce, a quien pretendieron silenciar con 120 mil pesos. Y mientras tanto, en otros rincones del país, más llantos se escuchaban…

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LOS DATOS

Durante 2023, la STPS realizó 26 supervisiones a los trabajos de inspectores federales y oficinas de representación; en 9 casos -el 35%- se dio vista al Órgano Interno de Control por posibles anomalías o corruptelas.

Fuente: Programa de Inspección 2024

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