El primer ministro de Ontario, Doug Ford, lanzó una declaración controversial en la que acusó a México de facilitar la entrada de productos chinos a Norteamérica, afirmando que el país se ha convertido en la “puerta trasera” del comercio del gigante asiático.
En una rueda de prensa, Ford señaló que si México “no iguala los aranceles de Canadá y Estados Unidos” a las importaciones provenientes de China, no debería beneficiarse de las ventajas del T-MEC ni del acceso al mercado más grande del mundo.
Prioridad en negociación bilateral entre Canadá y EU
Ford, conocido por su postura conservadora, sugirió que Canadá debería privilegiar su relación comercial con EU, a tal punto de negociar un acuerdo de libre comercio bilateral, dejando a México fuera de la ecuación.
“Si México quiere un acuerdo de comercio bilateral con Canadá, que Dios les bendiga. Pero no voy a permitir que nos hundan con importaciones baratas que eliminan empleos en Ontario”, sostuvo el primer ministro.
La declaración responde al impacto que estas importaciones tienen en sectores clave de la economía ontariana, especialmente el sector automotriz.
Ontario es la mayor potencia industrial de Canadá, particularmente en la industria automotriz, donde se generan alrededor de 125,000 empleos directos. En 2023, este sector contribuyó con aproximadamente a 10.000 mdd estadounidenses al PIB provincial.
La competencia de productos chinos, según Ford, representa una amenaza directa para estos empleos y para el desarrollo económico de la región.
Medidas arancelarias contra productos chinos
Como respuesta a la competencia desleal, el gobierno canadiense ya había anunciado en agosto una serie de aranceles, incluyendo un impuesto del 100 % a la importación de vehículos eléctricos provenientes de China, además de un 25 % en el acero y aluminio chino.
Estas tarifas se alinean con las políticas proteccionistas de Estados Unidos, que también busca frenar la importación de productos del gigante asiático.
El futuro del T-MEC en 2026
La próxima renegociación del T-MEC, programada para 2026, se perfila como un momento clave para la relación entre los tres países.
El presidente electo de EU, Donald Trump, ha manifestado su rechazo a que fabricantes chinos utilicen a México como base de producción para exportar a EU, proponiendo aranceles de hasta el 200 % a estos productos.
En este contexto, la postura de Ford se alinea con un creciente sentimiento proteccionista en la región, que podría redefinir el acuerdo comercial si México