Educación con Rumbo advierte que 98 por ciento de escuelas ofrecen comida chatarra, 7 de cada 10 alumnos la compran afuera de sus planteles — Las escuelas y los Padres de Familia necesitan trabajar en equipo para revertir el crecimiento de Diabetes Infantil por consumo de alimentos y bebidas chatarras adquiridas en los plantes, planteó Educación con Rumbo (ER).
La organización llamó a revisar las nuevas medidas que se han aprobado en México y que regulan la venta de alimentos chatarra en las escuelas de educación básica, algo “insuficiente frente a la alarmante crisis de salud infantil que vive el país”.
En el contexto del Día Mundial de la Diabetes, Patricia Ganem, Coordinadora del Observatorio de Investigación de ER, reveló que un sondeo de la campaña “Escuelas Saludables” reveló que el 98% de las escuelas evaluadas aún venden comida chatarra.
Añadió que el 76% ofrece refrescos con azúcar, el 93% bebidas azucaradas, y el 75% de los alumnos tiene acceso a comida no saludable afuera de las instalaciones de sus escuelas.
Desde Educación con Rumbo enfatizamos que “cargar toda la responsabilidad a las escuelas sin involucrar a la familia en el cuidado de la alimentación es una medida desproporcionada y superficial”.
Dijo que no obstante, la pregunta clave es si los gobiernos federal, estatal y municipal están realmente creando las condiciones necesarias para aplicar y cumplir con la normatividad establecida para los niveles escolares.
México sigue ocupando los primeros lugares en obesidad infantil y diabetes juvenil en el mundo, “una realidad alarmante que ha trasladado un padecimiento, típicamente visto en adultos mayores de 40 años, a niños de entre 8 y 10 años”.
Lineamientos y reglamentos no cambian hábitos
Ganem expresó que décadas de normatividad para promover una alimentación adecuada no han frenado el creciente índice de obesidad y diabetes infantil.
Explicó que los altos niveles de enfermedades relacionadas con la mala alimentación en menores reflejan que las soluciones regulatorias no han logrado un cambio efectivo ante esta grave situación.
Comentó que la eliminación de programas como las Escuelas de Tiempo Completo y la interrupción de desayunos escolares saludables, tanto fríos como calientes, dejaron a miles de estudiantes sin acceso a alimentos nutritivos durante su jornada escolar, generando un vacío que la comida chatarra ha llenado.
Indicó que la publicación de los nuevos “Lineamientos generales para la preparación, distribución y expendio de alimentos y bebidas en las escuelas del Sistema Educativo Nacional” es solo una respuesta parcial que ignora el profundo impacto de haber desaparecido programas previos y no enfrenta de raíz el problema de salud pública.
“El problema va más allá de las aulas y requiere un cambio de hábitos que empiece en el hogar y se respalde con políticas públicas efectivas que restablezcan los programas de apoyo alimentario en las escuelas”, opinó la experta.
Compromiso de todos los sectores
Paulina Amozurrutia, directora general de ER, dijo que restringir la venta de productos chatarra en las escuelas es una solución superficial si no se acompaña de una estrategia integral que fomente hábitos alimenticios saludables desde la familia.
“Sin el compromiso de todos los sectores, por más medidas que se implementen en los planteles educativos, no lograremos frenar la crisis de salud que afecta a las niñas, niños y adolescentes de México”, afirmó.
Las leyes por sí solas no cambiarán los índices de diabetes y obesidad infantil; se requiere acción y responsabilidad conjunta en todos los niveles, manifestó.
Revertir diabetes infantil requiere compromiso de escuelas y Padres de Familia