Alrededor de 6,700 anestesiólogos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cumplen con la importante misión de generar un ambiente de confianza entre el equipo de salud y la derechohabiencia, que permita a este último disminuir el estado de ansiedad previo a un procedimiento quirúrgico, aclarar dudas, temores y vigilar que el estado físico del paciente sea el óptimo.
La doctora Griselda Liliana García Cabrera, coordinadora de Programas Médicos de la División de Hospitales de Segundo Nivel del IMSS enfatizó que la relación del especialista-derechohabiente también es fundamental para garantizar una atención segura y efectiva durante la intervención quirúrgica.
Enfatizó que ese importante equipo de anestesiólogos laboran en las 325 instalaciones médicas del instituto, de manera particular en Unidades Médicas de Alta Especialidad y en hospitales de Segundo Nivel de Atención.
La anestesiología es una especialidad médica que brinda procedimientos para intervenciones quirúrgicas, médicas y/o terapéuticas dentro o fuera del quirófano, a través del uso de medicamentos o técnicas anestésicas, además de realizar estudios diagnósticos y tratamientos contra el dolor, para garantizar la seguridad y comodidad de los pacientes.
Especialistas, que no sólo anestesian
En este contexto, resaltó que estos especialistas, además realizan: tomografías, resonancias magnéticas, endoscopías, colonoscopías, extracciones dentales, toma de biopsias, angiografías, electroencefalogramas, electromiografías, broncoscopías y procedimientos diagnósticos en pacientes pediátricos, cirugías ambulatorias y de mínima invasión y en los tratamientos que se ofrecen a derechohabientes en la clínica del dolor.
Antes de cualquier procedimiento quirúrgico, el anestesiólogo es el encargado de evaluar el estado físico del paciente para conocer posibles riesgos quirúrgicos y mantener una comunicación clara sobre el procedimiento anestésico que sugieren, además de aclara dudas y temores de los pacientes.
Este vínculo que se establece anestesiólogo-paciente, dijo, ayuda a reducir el estado de ansiedad del derechohabiente y a controlar el dolor, además de bridarle seguridad.
Agregó que cuando concluye un procedimiento quirúrgico, el anestesiólogo participa en el traslado seguro del paciente a la unidad de cuidados postoperatorios, en el control del dolor y en el alta al área de hospitalización.