La importante labor de doña Ana María Soriano Tapia en el Hospital General Regional No. 72 del IMSS Estado de México Oriente, es fundamental para los pacientes hospitalizados: ella es la encargada de preparar menús saludables y de gusto agradable, que proporcionan los nutrientes que los pacientes necesitan.
Su gusto por la cocina, doña Ana María le sabe poner “sabor al caldo”, sin grasa ni sin sal, gracias a las bondades del perejil, el cilantro y el apio, ingredientes que permiten sazonar mejor los alimentos.
Ella tiene 26 años de servicio en el área de nutrición del hospital en donde como cocinera técnico, segunda al mando en la cocina, le ha puesto “sabor al caldo” con ingredientes saludables que le ayudan a sazonar mejor los alimentos y poder brindar un sabor particular o aumentar la intensidad gustativa.
A unos meses de su jubilación, la experiencia de doña Ana María le ha permitido crear menús saludables que proporcionan los nutrientes necesarios que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo, o conservar o restablecer la salud de los pacientes.
Su experiencia en la cocina y conocimiento de los ingredientes necesarios han sido tan exitosos, que ha recibido felicitaciones de los pacientes hospitalizados por ofrecerles alimentos ricos y nada insipidos.
Incluso sus propios compañeros y compañeras del hospital, ubicado en el municipio de Tlalnepantla, al pasar por el área de nutrición se ven “atrapados”, por el delicioso olor de los alimentos que prepara, e incluso ya saben, y dicen: “de seguro es un guiso que cocina Anita”.
Anita, a quien cariñosamente la llaman en su trabajo, ingresó al IMSS el 18 de julio de 1996, y su amor por el “arte culinario” y las enseñanzas de sus abuelos y padres por la exquisitez de los guisos, la llevó a laborar, en un principio en el área de nutrición de la Hospital General de Zona (HGZ) No. 71, en el municipio de Chalco, y luego se convirtió en aprendiz y manejadora de alimentos (suministro de alimentos crudos y cocidos para pacientes hospitalizados) en el HGZ No. 57, en el municipio de Cuautitlán Izcalli.
Comenta que lograr la categoría de “Cocinera 2” se debe a su disciplina, constancia y responsabilidad, en un área donde el orden y la limpieza extrema son básicos para ofrecer un producto con atributos dietéticos que aporta los nutrimentos y la energía para los pacientes, supervisados y autorizados por las especialistas en nutrición del hospital.
La magia de un poco de cilantro y perejil
Anita comenta que su experiencia en el arte culinario le ha permitido proponer algunas iniciativas, como añadir cilantro, perejil y apio, que brindan sabor natural a sus platillos para hacerlos más saludables y deliciosos al paladar, lo que ha permitido brindar una dieta saludable aprovechando la herencia cultural que sus ancestros le han legado.
Entre las novedades que ha introducido, contó, es una preparación que se llama pollo al perejil o pollo al cilantro, no lleva grasa, sólo lleva cilantro o perejil; “preparo una base de maicena como si fuera atole, se le agrega el perejil o el cilantro y se salsea el pollo ya cocido, queda con un sabor agradable y además es un platillo nutricional”.
Otro platillo al que le puso su toque personal es el picadillo, “el que elaboro a base de un té de yerbas donde mezclo todos los ingredientes, no lleva grasa y destaca el sabor de las yerbas de olor, como si fuera un picadillo normal pero sin grasa, y obvio destaca también el sabor de la carne molida”.
Las iniciativas de Anita han logrado enriquecer los menús e incrementar la variedad de los platillos en un hospital donde el área de nutrición prepara al día en el turno matutino más de 250 platillos para el consumo de los pacientes hospitalizados y trabajadores.