“La adversidad y la mala fe me han perseguido, pero las he enfrentado sin titubeos. Casi siempre provenían de la oposición. Hoy vienen de parte de correligionarios, pero de igual forma les haré frente con la verdad. El que nada debe, nada teme”, con estas palabras respondió Ricardo Monreal Ávila, líder de los diputados de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), a los señalamientos desde el Senado de la República, dominado por Gerardo Fernández Noroña y el tabasqueño Adán Agusto López Hernández, quien dijo que hay dos empresas que se han beneficiado de contratos, una para la administración de los archivos y otra para mantenimiento de elevadores inconclusos.
El desencuentro se originó por la inconformidad de Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, y Adán Augusto López Hernández, quienes acusaron recorte de gasto al presupuesto de la Cámara alta, contrario a lo dispuesto por la presidenta Claudia Sheibaum en el PEF 2025.
“En el anteproyecto de presupuesto, la titular del Poder Ejecutivo planteó un presupuesto para el Senado de la República del orden de los 5 mil 207 millones de pesos. En la madrugada de ayer fue aprobado el presupuesto con un recorte a la previsión original de 123 millones de pesos”, dijo López Hernández.
Luego explicó -todo lo referido es al sexenio en que Monreal Ávila fue el líder de la Jucopo en esa Cámara- que se entiende que son momentos, como decimos comúnmente, de ‘apretarse el cinturón’, de hacer ajustes y de entender que en el presupuesto del Senado debe de privilegiarse el gasto social; y, si esta reducción fue aprobada con ese objetivo, nosotros la entendemos, aseguró.
Y un mensaje con nombre y apellido, pero sin mencionarlo: “Vamos a continuar limpiando de cualquier sospecha de corrupción o de connivencia al Senado de la República.
Y hemos iniciado ya el proceso de reducción de dos negocitos ya añejos. Uno, es con una empresa a la cual anualmente se le beneficiaba con un poquito más de 60 millones 529 mil pesos, para la prestación de la administración de los archivos del Senado de la República. Además, iniciamos ya el proceso de rescisión de esos contratos, sino hemos pedido al director de Asuntos Jurídicos del Senado de la República que presente las denuncias correspondientes, que se informe el por qué la administración del archivo consistía en mantener papelería diversa en una bodega en el estado de Hidalgo, de la cual vamos a hacer incluso del conocimiento de las autoridades la ubicación precisa. La empresa se llama Full Services de México, y no existe en los archivos del Senado ningún antecedente, más allá del nombre y del contrato firmado sucesivamente año por año en este Senado de la República, además de iniciado el procedimiento de rescisión de un contrato multianual por 90 millones 427 mil 500 pesos a una empresa que se llama Grupo PIASA. Y vamos a presentar las denuncias correspondientes para que informen al Senado de la República y para que todos los mexicanos sepamos quién es la empresa”.
En respuesta Monreal Ávila exhortó a que se presenten todos los contratos simulados que dicen tener. “Aplaudo que se transparenten y se hagan públicos todos ellos. “Quien nada debe nada teme”.
El diputado zacatecano reiteró también que no hubo recorte presupuestal alguno al Senado de la República; por el contrario, se incrementó 3 por ciento.
“El Senado puede desempeñar perfectamente su función con este presupuesto; perciben más de lo doble que las diputadas y los diputados, que se quedaron rezagados con el tiempo en su dieta y en su trabajo”, expresó.
Aseguró que el Presupuesto no fue arbitrario, ni menos faccioso o unipersonal. “De manera coordinada, se analizó conjuntamente con personas servidoras públicas del Ejecutivo Federal”.
Monreal Ávila sostuvo que el senador Adán Augusto López estaba enterado sobre esto, “quien me contestó que salían con 100 millones de pesos más y se aprobaron 150 millones más”.
Explicó que antes de aprobarse el PEF 2025, “él sabía perfectamente lo que contenía y expresó su beneplácito con tal cantidad; inclusive recordamos el fideicomiso del que dispone el Senado por más de mil millones de pesos, que desde la construcción del edificio sede existen a disposición de esa Cámara y que cada año se incrementan por los intereses”.
Indicó que durante el tiempo que presidió la Junta de Coordinación Política en el Senado la institución fue sujeta a un riguroso escrutinio por parte de la Auditoría Superior de la Federación y de la Contraloría Interna.
Comentó que las expresiones vertidas en contra de la administración que encabezó en el Senado, como la presunta administración indebida de los archivos por 60 millones, que se presentaban de manera irregular, y sobre los contratos de elevadores por 90 millones “son infundios y falsedades”.
“En ambos casos existen licitaciones públicas y auditorías solicitadas personalmente por mí: ahí están los oficios y los resultados de ellas, en previsión de que pudieran surgir este tipo de perversidades políticas”, aseguró.
Enfatizó que en su vida “la adversidad y la mala fe me han perseguido, pero las he enfrentado sin titubeos. Casi siempre provenían de la oposición; hoy vienen de parte de correligionarios, pero de igual forma les haré frente con la verdad”.