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La presidenta, Claudia Sheinbaum, fue cuestionada recientemente sobre si ya es hora de democratizar aún más la forma en que se eligen los gobernantes municipales, especialmente considerando las críticas sobre el nepotismo, la falta de transparencia y el sistema de elección por planillas.
En su respuesta, Sheinbaum destacó que el actual modelo de elección de presidentes municipales a través de planillas tiene ciertas virtudes, ya que garantiza que no solo el presidente, sino también los síndicos y regidores sean electos, aunque en muchos casos estos funcionarios no sean del todo conocidos por los votantes. A pesar de esto, la presidenta reconoció que el tema merece ser revisado y que la discusión sobre la reforma electoral es pertinente en este momento. Señaló que el debate sobre la forma en que se eligen los miembros del cabildo debe estar sobre la mesa, ya que es fundamental para la mejora de la gobernabilidad a nivel municipal.
Uno de los puntos clave que Sheinbaum subrayó en su intervención fue el fenómeno del nepotismo, donde en muchas ocasiones los puestos de elección popular son ocupados por familiares cercanos de los funcionarios que dejan el cargo. En este sentido, la presidenta afirmó que este esquema debe ser erradicado, sugiriendo que se debe impedir la reelección de familiares y que los puestos de elección no deben ser transmitidos de una generación a otra dentro de una misma familia, como ocurre en algunos municipios. Esta reflexión se suma a su postura sobre la necesidad de una reforma profunda en el sistema electoral mexicano.
Además, Sheinbaum recordó que la reforma electoral impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su momento no fue aprobada por las comisiones de la Cámara de Diputados, y subrayó que existen temas importantes dentro de esta reforma que deben ser retomados, como el financiamiento a los partidos políticos y los gastos excesivos que conllevan las elecciones en el país. En este contexto, destacó que los plurinominales, una figura controversial del sistema electoral mexicano, también deberían ser revisados.
La presidenta mostró su preferencia por eliminar las listas plurinominales, que a menudo son determinadas por los partidos políticos sin una representación directa del electorado. Según su visión, la democracia debe fortalecer la participación territorial, de modo que los candidatos se ganen su lugar en el Congreso a través de la votación directa de la ciudadanía y no por una designación interna de los partidos.
Otro aspecto importante que Sheinbaum mencionó fue el costo de las elecciones en México. Para 2025, el presupuesto del Instituto Nacional Electoral (INE) asciende a 27,000 millones de pesos, con una parte significativa destinada a la organización de las elecciones. A juicio de la presidenta, este gasto es excesivo, y se debe buscar una alternativa que reduzca los costos sin sacrificar la calidad y la transparencia del proceso electoral. En este sentido, propuso que los partidos políticos no recibieran financiamiento público fuera del periodo electoral, algo que ya había planteado en su momento como una medida para hacer más eficiente el uso de los recursos.
Finalmente, Sheinbaum concluyó que la reforma electoral debe ser debatida de manera amplia y abierta, y que es esencial discutir la posibilidad de eliminar el nepotismo y las prácticas que no favorecen la transparencia y la representatividad. Al mismo tiempo, destacó que el tema de los plurinominales y el financiamiento público son cuestiones clave que deben ser abordadas para lograr una reforma electoral que verdaderamente beneficie a los ciudadanos y fortalezca la democracia en México.