Ken Salazar se despidió como embajador de EU en México y, a pregunta expresa, reiteró que hay fentanilo en México producido de manera local. Eso es un debate, agregó, surgido en un problema que es de escala mundial y “con mucho respeto al gobierno de México, debemos trabajar conjuntamente para resolverlo.
Conciliador, comentó que en temas como el de esa droga y el de la migración, ha habido colaboración a la que debe apostársele siempre. La migración, remarcó también ante pregunta expresa, verá cambios a partir de lo que Donald Trump decida, “nosotros tenemos la información que se ha difundido en medios”, señaló, pero puntualizó que es obvio que los colaboradores del próximo mandatario norteamericano ya deben estar estructurando su plan de acción.
Salazar se despidió de México pues la proximidad de la investidura de Donald Trump ha dado paso a cambios en las embajadas esatdunidenses. El aún embajador, con su clásico sombrero a cuestas, partió una rosca de reyes como parte de sus actividades finales en la embajada.
En un comunicado de prensa, se destacó el gran interés que tiene México para la potancia norteamericana. Eso, se sostuvo el texto, se demuestra con la enorme prioridad que se le dio a las reuniones bilaterales en torno a la migración y a la inyección de recusos para reestructurar los consulados en el país.
De lo hecho destacó que “hoy somos los principales socios comerciales de la historia, mientras trabajamos para construir una frontera moderna, segura y eficiente”.
“Trabajamos para frenar el tráfico de drogas como el fentanilo, armas y personas”, se lee en el comunicado, “abordamos la migración como una responsabilidad compartida, reduciendo la migración indocumentada en nuestra frontera suroeste en 10 mil personas a tres mil en promedio al día”.
Las alianzas en torno al medioambiente también fueron destacadas por el embajador saliente.