La reciente dimisión de Justin Trudeau como primer ministro de Canadá ha encendido alertas sobre el futuro de la integración económica en América del Norte, particularmente en torno al Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Expertos del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM consideran que la salida de Trudeau no solo marca el fin de una era en Canadá, sino que podría tener repercusiones significativas para México y la región en general.
Desgaste político y el ascenso del conservadurismo
Para Roberto Zepeda Martínez, especialista en temas norteamericanos, la renuncia de Trudeau es el resultado de un desgaste político sostenido, agravado por la creciente popularidad del Partido Conservador. Según Zepeda, Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador, ha logrado capitalizar el descontento popular por problemas sociales como la carestía y el aumento de la drogadicción, presentando a Trudeau como el responsable. Este cambio político podría derivar en un escenario sombrío para la región, especialmente cuando en 2026 se revise el T-MEC.
Si el Partido Conservador regresa al poder, el tratado trilateral podría perder su relevancia, y la relación comercial con Estados Unidos, ya tensa, se vería aún más afectada. De hecho, algunos gobernadores canadienses ya han sugerido la salida de México del acuerdo, argumentando que la nación no comparte una política comercial similar a la de sus vecinos del norte.
Oliver Santín Peña, también académico del CISAN, advirtió que México deberá ser cauteloso y prepararse para escenarios diversos. Aunque el país ha mantenido una relación comercial sólida con Canadá, con este último siendo el tercer socio comercial de México, la llegada de un gobierno conservador podría cambiar las dinámicas de colaboración, especialmente en temas como el comercio, el medio ambiente y la movilidad laboral. Santín también mencionó que México cuenta con cartas de negociación con Estados Unidos, lo que podría ofrecer ciertas ventajas frente a un liderazgo canadiense más centrado en la protección de su mercado interno.
Impacto de las políticas populistas
El secretario académico del CISAN, Juan Carlos Barrón Pastor, señaló que la caída de Trudeau refleja una creciente insatisfacción con las políticas liberales, lo que coloca a Canadá en una posición difícil para las próximas elecciones. Sin embargo, esta situación también podría poner a México ante un primer ministro canadiense más populista y confrontativo, lo que exigirá a la diplomacia mexicana encontrar nuevas formas de entendimiento y cooperación para proteger sus intereses dentro del T-MEC y más allá.
En este contexto, el panorama se presenta complejo para México, ya que un cambio en el liderazgo canadiense podría alterar las bases de la integración económica en América del Norte. No obstante, algunos analistas señalan que México podría explorar alternativas como acuerdos bilaterales más específicos, mientras se prepara para enfrentar un escenario donde el T-MEC podría no ser tan prioritario para Canadá como lo ha sido en la última década.
A medida que se acercan las elecciones en Canadá y se inicia la revisión del T-MEC en 2026, México deberá estar listo para adaptarse a los cambios que se avecinan, tanto en la relación con Canadá como con Estados Unidos, dos socios clave en la región.