No sólo la alerta sísmica sorprendió a la Ciudad de México. El sismo de 6.1 grados registrado alrededor de las 2:34 de la madrugada estuvo acompañado de una lluvia en pleno invierno que arrojó a la calle a cientos de personas, que se devolvieron a la cama ante un movimiento telúrico que muchos dijeron no sentir “tanto”.
En grupos de whastApp, vecinos de colonias de las alcaldías Iztacalco, Venustiano Carranza y Centro Histórico salieron de sus hogares, pero regresaron apenas darse cuenta que llovía y dijeron tener frío.
Las comunicaciones vía mensajería y telefónica saturaron las redes, y hacía las 3:12 horas muchos regresaron a la almohada tras no vivir mayor impacto por el temblor.