El narcotraficante mexicano Ismael ‘El Mayo’ Zambada decidió continuar con Frank Pérez como su abogado principal. Durante la audiencia de procedimiento celebrada este miércoles en una corte federal de Brooklyn, Zambada expresó su decisión a través de un comunicado:
“Renuncio a mi derecho a tener un abogado diferente. Quiero que Frank Pérez me represente, aunque pueda tener un conflicto de interés representándome a mí y a mi hijo”.
El juez Brian M. Cogan dedicó la mayor parte de la audiencia a explicarle al narcotraficante las implicaciones legales y éticas de su elección, resaltando que la Constitución de EU garantiza el derecho a un abogado sin conflictos de interés.
Cogan subrayó que Pérez, al haber representado a ‘Vicentillo’ —quien colaboró activamente con las autoridades estadounidenses y testificó contra su padre—, podría estar limitado en su defensa de Zambada.
Negociaciones en curso
El magistrado fijó la próxima audiencia para el 22 de abril y otorgó un plazo de 90 días para que las partes continúen recopilando información sobre un caso que calificó como “complejo”. Pérez, por su parte, admitió estar “conversando” para explorar un posible acuerdo, aunque insistió en que no se trata de negociaciones formales.
Este proceso judicial podría culminar en una pena de muerte para ‘El Mayo’ si llega a juicio. Durante la audiencia, Zambada lució el uniforme de presidiario y un semblante similar al de sus comparecencias previas, aunque se le vio caminando con menos cojera, detalle que no pasó desapercibido.
Conflicto de intereses
El juez enfatizó que, de llegar a juicio, Pérez no podría interrogar a ‘Vicentillo’ si este fuera llamado a declarar, dado que sería considerado desleal hacia el hijo de Zambada, su otro cliente. A pesar de estas advertencias, Zambada reafirmó su decisión con un tono tan bajo que el traductor tuvo que acercarse para entenderlo.
El caso de ‘El Mayo’ ha generado un interés mediático considerable en audiencias previas, aunque esta última, de carácter procedimental, tuvo menor asistencia de periodistas y público, en contraste con ocasiones anteriores donde ciudadanos mexicanos se apostaron frente al tribunal para protestar.