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Los CECI no funcionarán como un programa social y no están enfocados en brindar estos servicios a trabajadoras en la informalidad

Centros de cuidado infantil de Sheinbaum, con muchas interrogantes; no prioriza a madres en informalidad: IMCO

Guardería infantil
Guardería infantil Guardería infantil (La Crónica de Hoy)

México carece de un sistema articulado que cubra la demanda de cuidados para trabajadoras tanto en la formalidad como en la informalidad que les permita a muchas mujeres incorporarse a la actividad productiva.

Los nuevos Centros de Educación y Cuidado Infantil (CECI) anunciados hace una semana por la presidenta Claudia Sheinbaum, son una ampliación de las guarderías del IMSS que buscan atender la demanda de cuidados de las trabajadoras de la maquila, sobre todo en el norte del país.

Sin embargo, a diferencia de las estancias infantiles, que operaron hasta el 2018, los CECI no funcionarán como un programa social y no están enfocados en brindar estos servicios a trabajadoras en la informalidad, un desafío que aún persiste, pues estas nuevas guarderías solo prioriza a las trabajadoras formales y no a las informales.

De acuerdo a un análisis del IMCO, los CECI tienen el potencial de ampliar la cobertura de cuidado infantil para las trabajadoras derechohabientes de la zona fronteriza, pero no significan el regreso de las estancias infantiles que daban cobertura a 327 mil 854 niños.

Las estancias infantiles permitían la inclusión económica de más de 310 mil trabajadoras en la informalidad. Con el objetivo de promover la inclusión laboral de las mujeres en la informalidad y el bienestar de las familias de bajo ingreso, en 2017, último año de información disponible, el Programa de Estancias Infantiles (PEI) atendió a 327 mil 854 niños.

Pero a partir del 2019, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador desapareció las estancias infantiles y las sustituyó por el programa de Apoyo para el Bienestar que entrega dinero de manera directa a las familias

En septiembre de 2024, el programa atendió a 269 mil 404 infantes. Al igual que las estancias, está dirigido a familias de bajos ingresos sin acceso a servicios públicos de cuidado infantil.

El presupuesto asignado al Apoyo para el Bienestar en 2024 es 44% menor del destinado a las estancias infantiles en su último año de operación. Principalmente, porque el Apoyo para el Bienestar atiende a 18% menos beneficiarios y no incurre en gastos relacionados con infraestructura como adaptación o mantenimiento de los espacios de cuidado.

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Los recursos por niño también disminuyeron entre programas, mientras que las estancias asigna 16 mil 625 pesos por niño al año, el Apoyo para el Bienestar destina 11 mil 387 pesos.

Esta reducción puede afectar la calidad del cuidado, ya que las transferencias monetarias directas no sustituyen la infraestructura, la alimentación ni el nivel de atención brindado por las estancias.

El enfoque principal de los CECI es brindar servicios de cuidado a trabajadoras empleadas en la formalidad, lo que responde a la realidad local, donde 97% de las trabajadoras de la maquila en Ciudad Juárez laboran en estas condiciones. Únicamente los dos centros en operación con el DIF ofrecerán servicio para las trabajadoras en la informalidad con una capacidad de 500 lugares, equivalente a 17% del total.

PREGUNTAS

Pese a que se perfila como un buen programa, surgen varias dudas y cuestionamientos sobre los CECI, pues no se han dado detalles de los tiempos, los lineamientos de operación, los esquemas de financiamiento, ni los costos del programa.

Se dio a conocer que los centros se replicarán en ciudades como Tijuana, Mexicali, Monterrey y León, con terrenos facilitados por los municipios o en colaboración con empresas o industrias interesadas. La ubicación geográfica de los CECI es clave para atender al mayor número de beneficiarios.

Tampoco a qué población se priorizará, pues a diferencia de las estancias infantiles y el Apoyo para el Bienestar, los CECI no son un programa social, sino una ampliación de la cobertura de la seguridad social en materia de cuidados. Esto permite a los derechohabientes tener mayor acceso a guarderías del IMSS y no prioriza a las madres que trabajan en la informalidad.

Aunque es necesario extender el servicio de cuidado infantil a trabajadores en la informalidad, esta responsabilidad no está dentro de las facultades del IMSS, ya que la Ley del Seguro Social establece que los servicios de guarderías provistos por la institución son un derecho de los trabajadores asegurados.

Si se busca replicar este modelo en otras ciudades o entidades federativas, será fundamental definir con claridad las competencias del IMSS frente a la población no derechohabiente, con el objetivo de garantizar una gestión adecuada del programa.

Tampoco se conoce cómo se gestionará el presupuesto. El Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 (PEF 2025) contempla un aumento real de 5% con respecto al año anterior para el IMSS.

El gobierno estima, para cada CECI, 45 millones de pesos para la construcción y equipamiento, además de 400 mil pesos para la operación. Hasta el momento no hay un rubro etiquetado, por lo que no se conocen detalles del origen de los recursos.

Actualmente, el IMSS presta servicio de guarderías a sus derechohabientes de manera directa (operadas por el instituto) o indirecta (administradas por un tercero a través de un convenio por medio del cual se otorga una cuota por niño).

Las guarderías de prestación indirecta, como las empresariales, suelen ser menos costosas para el IMSS porque los gastos se comparten con el prestador de servicio. Resulta pertinente cuestionar la implementación de más guarderías de prestación directa, que actualmente representan 11% del total de guarderías del IMSS, debido a un mayor gasto de operación y a la necesidad de atender una mayor gestión.

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