La prevención del consumo de sustancias en adolescentes debe considerar que donde hay un adicto, hay un coadicto, requiriendo un cambio en la perspectiva de los padres y un enfoque en la corresponsabilidad — La campaña “El fentanilo, te mata. Aléjate de las drogas, elige ser feliz” es bienvenida por especialistas en adicciones y salud mental, quienes plantearon a Crónica la necesidad de implementar mejoras para potenciar su impacto social.
También subrayaron la importancia de incorporar educación emocional, codependencia, de sexualidad, e incluir información de más drogas en el programa, y que este sea parte de la educación básica y no solo una campaña.
Un Esfuerzo Integral para Prevenir Adicciones
Como es sabido, la presidenta Claudia Sheinbaum pidió a la Secretaría de Educación Pública (SEP), instrumentar la campaña nacional “El fentanilo, te mata. Aléjate de las drogas, elige ser feliz”, dirigida a Estudiantes, Maestros y Padres de Familia.
La estrategia previene el consumo de sustancias psicoactivas, especialmente entre adolescentes, a través de la educación y la participación comunitaria; por primera vez un ejercicio gubernamental de este tipo, incluye a Maestros y Padres de Familia.
Expertos en adicciones como Jacobo Assennato, Regina Curi, Erika Montes, y Arcelia Martínez Bordón, coincidieron en que el programa representa un avance significativo para hablar sobre las adicciones, enfrentar la crisis de consumo y adicción en México.
Celebraron la integración de docentes y familias en las acciones preventivas, y señalaron áreas clave que podrían fortalecer aún más la iniciativa.
Las Fortalezas de la Campaña según los Especialistas
Jacobo Assennato, doctor en Adicciones y Director General del Proyecto Pr4, destacó la profundidad técnica de la estrategia al abordar los efectos de sustancias como el fentanilo, marihuana y alcohol.
Aplaudió el esfuerzo por clasificar las drogas de manera comprensible para estudiantes, Padres y Maestros.
También valoró la intención de construir una red preventiva desde las escuelas y los hogares, calificándola como una “iniciativa que sienta las bases para una corresponsabilidad entre instituciones, familias y comunidades educativas”.
Assennato explicó que cambiar la dimensión de las adicciones en los jóvenes o prevenirlas implica que los Padres de Familia también cambien su perspectiva de los jóvenes y cambien la perspectiva de los problemas de los jóvenes.
“El abordaje es bueno, entra dentro de la dinámica un poco de prevención universal, pero falta la prevención selectiva”, señaló.
Reveló que muchos de los jóvenes van a consumir porque tienen un problema familiar profundo “y entonces le acaban de dar a los padres el discurso de que tengan más autoridad para que ellos sean los jueces de las conductas de los hijos; aún cuando pongan esquemas de acércate, escúchalos, ahora van a ser ellos los reguladores”.
Dijo creer que el problema es que los padres en lugar de ser reguladores, deben de funcionar como recursos; “el recurso de acercamiento, el recurso emocional, y ahí es en donde creo que el documento mermó mucho”, detalló.
Por su parte, Regina Curi, psicóloga experta en codependencia y salud emocional, celebró que la campaña incluya a Maestros y Padres como pilares fundamentales. Expresó que el programa aborda la importancia de dotar a los docentes de herramientas prácticas para detectar conductas de riesgo y acompañar a los jóvenes en la prevención. Sin embargo, sugirió ampliar la campaña para incorporar educación emocional y sexual desde los últimos grados de primaria, como una medida estructural para prevenir adicciones a largo plazo.
Erika Montes, coordinadora nacional de Cuidados Alternativos de Aldeas Infantiles SOS (AISOS), señaló que la integración de la triada escuela-familia-estudiante es esencial para construir entornos seguros y protectores.
Subrayó la necesidad de hacer de esta campaña un esfuerzo continuo y no un evento aislado, recomendando incluir estrategias de rehabilitación, coordinación con el sistema de salud y actividades culturales que promuevan estilos de vida saludables.
Arcelia Martínez Bordón, Académica del Departamento de Educación de la Universidad IBERO CDMX, planteó impartir charlas y debates con los jóvenes, en donde participen los Maestros y la Familia.
De igual forma especialistas, ex adictos y gente en rehabilitación, que dé testimonio de su experiencia con el uso de drogas.
“Sin duda ello puede abonar a la generación de un pensamiento crítico, basado en la experiencia de quien está o ya ha atravesado ese camino”, comentó.
Incorporar Codependencia, la Clave Ausente
Jacobo Assennato resaltó un punto crítico: la necesidad de abordar el concepto de codependencia en las dinámicas familiares.
Explicó que “donde hay un adicto, suele haber un coadicto, y este vínculo debe ser atendido con estrategias claras; el problema de las adicciones no se limita al consumidor, sino a su entorno familiar”, explicó.
Para él, un documento que enfatice la corresponsabilidad entre jóvenes, padres y educadores sería un gran paso adelante.
Curi coincidió en que las familias necesitan herramientas más específicas para actuar como recursos emocionales y no únicamente como reguladores de conducta.
Esto incluye capacitarlos para identificar problemas emocionales y dinámicas familiares que pueden derivar en adicciones.
Educación Preventiva desde Primaria
Tanto Curi como Montes recalcaron que la prevención no debe limitarse a la secundaria.
Propusieron que la campaña inicie en quinto y sexto de primaria, incorporando clases de educación emocional y sexual como parte del currículo básico.
Para Regina Curi, esta medida ayudaría a los niños a tomar decisiones informadas, y les brindaría habilidades para enfrentar problemas relacionados con pertenencia, evasión o presión social, factores comunes en el inicio del consumo.
Montes, por su parte, recomendó incluir actividades participativas que den voz a los adolescentes; “es esencial recoger las propuestas de los jóvenes para que se sientan involucrados y representados en el programa”, señaló.
Martínez Bordón dijo que el problema de consumo no se resuelve con “la prohibición desde la familia o la escuela, sino que es necesaria una discusión mucho más informada con y entre los jóvenes, que se acerque más a sus preocupaciones reales, y no tanto sobre abstracciones de lo que “podría pasar si consumen alguna sustancia nociva”.
Jacobo Assennato manifestó que la campaña necesita trabajar más las causas de las adicciones, como la pertenencia juvenil, problemas, evasión; “esas categorías me las encontré muy diluidas, la forma en cómo interactúa no es nada más dar un documento, es en verdad enseñarle a los Padres la temática de los sistemas, la coadicción no está bien expresada, entonces todavía hay mucho énfasis que trabajar en áreas de oportunidad”.
Hacia una Estrategia Continua y Colaborativa
Los especialistas coincidieron en que el éxito de la campaña “El fentanilo, te mata. Aléjate de las drogas, elige ser feliz” dependerá de su continuidad y capacidad de adaptación.
Montes propuso que las acciones preventivas se trasladen también a otros niveles educativos y se coordinen con el sistema de salud para una atención integral.
También sugirió diseñar protocolos claros para atender casos de consumo dentro de las escuelas, priorizando la rehabilitación emocional y el apoyo familiar.
Finalmente, Assennato, Curi, Montes, y Martínz, resaltaron la importancia de generar conciencia sobre las causas emocionales y sociales del consumo, más allá de señalar los daños de las sustancias.
Esto incluye trabajar en la construcción de comunidades educativas más empáticas y protectoras.
Una visión para el futuro
Con la campaña “El fentanilo, te mata. Aléjate de las drogas, elige ser feliz”, la SEP marca un hito en la lucha contra las adicciones en México.
Si bien la estrategia ha sido bien recibida, los expertos instan a fortalecerla con un enfoque en codependencia, educación emocional, sexual, mayor participación juvenil, y extenderla a otras drogas populares y normalizadas entre los jóvenes.
El reto ahora es asegurar que este esfuerzo se convierta en un programa continuo e integral que transforme las estadísticas y también las vidas de millones de jóvenes mexicanos.
La educación y la corresponsabilidad son las herramientas clave para lograrlo.
Campaña SEP vs adicciones, expertos destacan fortalezas y oportunidades