Con todas las vías cerradas para cruzar la frontera con Estados Unidos tras las órdenes de Donald Trump, se espera que los migrantes buscan nuevos caminos por el desierto ó escalando el muro a toda costa, lo que significará inevitablemente un mayor número de personas muriendo en el intento.
El escenario para los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos es sumamente complicado pues no solo es morir en el intento. El otro escenario no es menos peor : caer en manos del crimen organizado o ser secuestrado.
Organizaciones de monitoreo de derechos humanos recopilaron más de 1.500 ejemplos de crímenes violentos que estas personas sufrieron durante su espera a manos del crimen organizado en México
“Podemos esperar ver un aumento del número de migrantes que cruzan a Estados Unidos sin someterse a la Patrulla Fronteriza: en su lugar, tratarán de evitar una captura, así pudieran haber cumplido los requisitos para obtener asilo.
Esto es muy peligroso: un mayor número de personas, incluidos niños, niñas y familias, nadando en el Río Grande, escalando el muro fronterizo o caminando por el desierto significará inevitablemente un mayor número de personas muriendo en el intento”,advirtió WOLA, una organización líder en investigación e incidencia que promueve los derechos humanos en América.
La organización recordó que los agentes de la Patrulla Fronteriza han encontrado los restos de más de 10.000 migrantes en territorio estadounidense desde el año 2000.
“El cierre de vías seguras de protección provocará sin duda un aumento de las muertes en proporción a la población total de personas que cruzan la frontera”, recalca
Organizaciones de monitoreo de derechos humanos recopilaron más de 1.500 ejemplos de crímenes violentos que estas personas sufrieron durante su espera a manos del crimen organizado en México y de funcionarios corruptos.
VULNERABLES AL SECUESTRO
El programa de deportaciones que puso en marcha en su primer periodo como presidente, Trump enriqueció a los cárteles al proporcionarles una población vulnerable a la que secuestrar y extorsionar, y complicó las relaciones entre Estados Unidos y México.
Entonces, con el asilo fuera de alcance y la frontera supuestamente sellada a las personas indocumentadas, no está claro cómo la nueva administración planea aplicar un revivido programa “Quédate en México”.
RECESIÓN LATINOAMERICANA
De acuerdo a WOLA, las decisiones de Trump, incluida la aplicación de aranceles podría elevar la inflación al tiempo que contrae la economía de EE.UU.
Sin embargo la preocupación reales que las deportaciones masivas que ha puesto en marcha el gobierno de Trump podrían llevar a las economías latinoamericanas a una recesión, el efecto de un aumento repentino de la población desempleada, la pérdida de los pagos de remesas y quizás el daño causado por los aranceles, lo que, a su vez, estimularía una mayor emigración hacia Estados Unidos.
Los funcionarios de la administración Trump encargados de gestionar la “deportación masiva” indican que se centrarán inicialmente en las personas migrantes con antecedentes penales, y luego se expandirá a la población indocumentada más amplia, que podría llegar a ser de 13 millones de personas (más del 3 por ciento de la población estadounidense).
Con promesas de redadas de «choque y miedo» por parte del ICE en las principales ciudades de EE.UU. durante los primeros días de la administración, estos funcionarios están sembrando deliberadamente el miedo en las comunidades de inmigrantes en estos momentos.
Deportación masiva
Una pieza central del programa de la administración Trump es su promesa de llevar a cabo una histórica campaña de «deportación masiva», expulsando potencialmente a millones de personas indocumentadas de Estados Unidos.
Esto, también, dependería probablemente del apoyo de las fuerzas armadas estadounidenses en otro nuevo e incómodo papel militar.
No obstante, como detalló recientemente el Washington Post, la principal agencia civil responsable (el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas – ICE), carece de personal (5.500 agentes de Operaciones de Ejecución y Expulsión), espacio de detención (actualmente 41.500 camas) y capacidad de transporte (poco más de una docena de aviones disponibles) para deportar masivamente a las personas migrantes por sí sola.
Por ello es posible que se llame a las fuerzas militares para colaborar y, de hecho, ya se han asignado cuatro aviones militares de carga para ayudar en las deportaciones.